Londres.- La joven paquistaní que
sobrevivió a un intento de asesinato del talibán por su defensa de la
educación femenina recibió el alta del hospital británico donde estaba
ingresada desde octubre, pero deberá someterse pronto a una nueva
operación, informó el centro médico el viernes.
Malala Yousufzai, de 15 años, abandonó el viernes el hospital Queen
Elizabeth de Birmingham (centro de Inglaterra) “para continuar su
rehabilitación en el hogar temporal de su familia” después de que los
médicos consideraran que se encuentra “suficientemente bien” para poder
seguir su tratamiento como paciente externo en estas próximas semanas,
precisó en un comunicado, resaltó AFP.
Porque la adolescente deberá retornar al hospital “a finales de enero o
principios de febrero” para someterse a una cirugía craneal
reconstructiva en el marco de su largo proceso de recuperación.
“Malala es una joven fuerte y ha trabajado duro con la gente que le
atiende para hacer excelentes progresos en su recuperación”, declaró el
doctor David Rosser, director médico del hospital, citado en el
comunicado.
En estas últimas semanas, la joven ha salido regularmente del hospital,
siempre bajo control médico, para poder pasar tiempo en casa con sus
padres, Ziauddin y Toorpekai, y sus dos hermanos menores, que se
reunieron con ella en este país.
Malala estaba ingresada en Birmingham desde su llegada a esta ciudad el
15 de octubre procedente de Islamabad en un avión ambulancia
proporcionado por los Emiratos Árabes Unidos.
Seis días antes la joven resultó herida de bala en la cabeza y un hombro
en un ataque cometido en un autobús escolar en el valle del Swat
(noroeste de Pakistán) por un grupo talibán que buscaba castigarla por
su compromiso en favor del derecho a la educación de las niñas
paquistaníes.
Este intento de asesinato fue condenado en todo el mundo, incluido
Pakistán, donde creó un importante resentimiento contra loa talibán,
cuando se registra un aumento del fundamentalismo religioso.
Malala se dio a conocer con un blog en urdú, alojado en la página web de
la BBC, en el que denunció los actos de violencia cometidos por el
talibán en su región, donde tomaron brevemente el poder antes de 2009.
El año pasado la adolescente recibió el primer Premio Nacional de la Paz
creado por el gobierno paquistaní y estuvo entre los finalistas al
premio internacional de Niños para la Paz de la fundación Kids Rights.
Tras el atentado, más de un millón de personas en el mundo firmaron una
carta de apoyo a la adolescente y a los 32 millones de niñas y jóvenes
en todo el mundo que tienen el acceso vedado a la educación, mientras
que otra iniciativa pide que se le atribuya el próximo premio Nobel de
la Paz.
El gobierno de Pakistán corre con los gastos derivados de su
tratamiento, y ha nombrado al padre de Malala, Ziauddin Yousafzai,
agregado de educación en su consulado de Birmingham durante al menos
tres años para que la familia pueda permanecer legalmente en el país
mientras dure la recuperación, según anunció esta semana la embajada del
país asiático en el Reino Unido.NE