Estados Unidos.- Una vez informado que Estados Unidos ha registrado más de 600 tiroteos masivos en los últimos tres años, el presidente Joe Biden abrió debate al reiterar su propuesta de prohibir la venta de armas de asalto en el país.
Luego de los ataques armados registrados recientemente en los estados de Virginia y Colorado, los cuales se suman a otro centenar de agresiones del mismo tipo en todo el territorio, el mandatario decidió hacer un llamado sobre la necesidad de la regulación de armas, esto durante su visita a Nantucket, en el estado de Massachusetts, donde expresó:
La idea de que todavía permitamos que se compren armas semiautomáticas es enfermiza.
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Joe Biden señaló una vez más que la prohibición de la venta de este tipo de armamento no tiene “ni una razón” lógica en contra, además puntualizó que si por algo no se ha abolido es por “las ganancias de los fabricantes de armas” y la negativa de la oposición.
Ahora bien, aunque el líder estadounidense está absolutamente convencido de la necesidad de atajar estas compraventas, la realidad política es muy diferente, más aún después de que los republicanos se hayan hecho con el control de la Cámara de Representantes tras las últimas elecciones de medio mandato. En este sentido, resulta improbable que el Congreso acepte dicha reforma.
Sin embargo, Joe Biden parece no estar dispuesto a rendirse, pues reforzando declaraciones anteriores en las que ha expresado su frustración por la pérdida de vidas inocentes en este tipo de eventos trágicos, el mandatario ha dejado en claro que continuará insistiendo en su propuesta por retirar de la venta estos elementos bélicos, ya que agregó:
Voy a intentarlo, voy a intentar acabar con las armas de asalto
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El llamado de Biden, como siempre, ha generado opiniones encontradas entre sus colegas y la población general, misma que también permanece muy sesgada sobre el porte de armas en el país.
