Jerusalén.- A pesar de la tregua que puso fin el 21 de noviembre a la escalada entre Israel y las organizaciones radicales palestinas en la Franja de Gaza, la sensación es que 2012 culmina en tono de abierto conflicto.Ni Israel, ni Hamas, ni la Jihad Islámica, los Comités de Resistencia Popular o los marcos salafistas más extremistas aún que los mencionados, creen que el alto el fuego haya sido el comienzo de una era de acercamiento y de paz. Al contrario: la sensación en ambas partes es que no sólo es cuestión de tiempo para que haya nuevos choques, sino que la próxima vez, pueden ser mucho más intensos.El año había comenzado con relativa tranquilidad en el terreno, aunque siempre con abierta tensión política, en Cisjordania, donde gran parte del territorio está bajo gobierno de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) encabezada por Mahmud Abbas. Pero en el frente sur la situación era muy diferente, a raíz de los continuos disparos de morteros, cohetes y misiles desde la Franja de Gaza hacia las localidades israelíes aledañas a dicho territorio palestino.Al comenzar el 2012 el resumen con el que la población local lo enfocaba, era el del año anterior, que había terminado con 283 morteros y 412 cohetes Kassam y misiles Grad lanzados hacia Israel. El ejército israelí respondía en forma puntual hacia las fuentes de fuego, eliminando a menudo a células interceptadas cuando estaban por disparar o luego de haberlo hecho, así como a quienes habían detonado cargas explosivas o abierto fuego hacia patrullas militares que recorrían la frontera entre ambas partes.Probablemente los preparativos para un operativo de mayor envergadura iban avanzando a medida que quedaba claro que la situación se iba agravando y que las semanas o meses menos violentos eran sólo un intervalo. Pero no hubo, desde el comienzo del 2012, ni un mes sin disparos desde Gaza, a los cuales el ejército israelí respondía.En enero -considerado un mes de “relativa calma”, término que siempre enfurecía a los israelíes residentes en el sur del país, explicando que su vida bajo los disparos nada tenía de calma-, fueron disparados desde Gaza tres morteros y 20 cohetes Kassam. Al mes siguiente la cifra aumentó a 16 morteros y 30 Kassam, saltando luego el cómputo a uno de los meses de mayor escalada, marzo, con 70 kassam, 41 morteros y 49 misiles Grad de mayor alcance, que llegaron también a las ciudades de Ashkelon y Beer Sheba.Otro punto clave fue el mes de junio, con 228 cohetes Kassam y 29 misiles Grad.La situación fue empeorando, registrándose un nuevo pico en el mes de octubre. En ese momento, al parecer Israel ya estaba buscando el blanco simbólico e impactante con el que dar comienzo, en el momento apropiado, a lo que luego se llamó operativo “Pilar Defensivo” contra Hamas y la Jihad Islámica. Fue así que el 14 de noviembre, con el asesinato de Ahmed Jaabari, jefe del brazo armado de Hamas, se lanzó una fuerte ofensiva contra la organización.En ocho días, Israel informó que atacó “mil 500 blancos terroristas”, tanto depósitos de misiles y armas, como fundiciones de cohetes, escondites de municiones, comandancias militares, túneles por los que se introducen armas y cohetes a Gaza y comandantes armados de distintos niveles de importancia en Hamas.Por su parte, las distintas organizaciones palestinas lanzaron más de mil 500 cohetes y misiles hacia blancos civiles en el sur de Israel.En la Franja de Gaza murieron 161 palestinos, aproximadamente 130 de ellos miembros de las organizaciones armadas y el resto civiles. En Israel hubo 6 muertos.Comunicados oficiales israelíes sostuvieron al entrar en vigencia el alto el fuego, que todos los objetivos planteados para el operativo habían sido alcanzados. No se habló en términos de victoria, sino de tácticas y de disuasión recuperada. Pero en la Franja de Gaza, el resumen fue otro. No admitieron el golpe militar asestado a Hamas sino que afirmaron que salieron vencedores.A ojos de Hamas, el haber logrado por primera vez lanzar misiles hacia Jerusalén y Tel Aviv fue una señal de poderío y capacidad militar. Que Israel no haya ordenado entrar por tierra a Gaza, fue visto por Hamas, al menos en sus declaraciones públicas, como señal de temor, aunque en Israel no fue esa en absoluto la interpretación.Habiendo terminado esta vuelta y casi al finalizar ya 2012, está claro que la frontera entre Israel y Gaza sigue siendo zona de conflicto latente que volverá a estallar. Pero más aún, la percepción de victoria con la que Hamas respira estos días, la reciente visita de su jefe Khaled Mashal del exterior y sus declaraciones hechas allí contra el reconocimiento de Israel y en abierto desafío de opción por la violencia, confirman que aún esperan a la zona tiempos difíciles.CHG
Israel y Hamas, guerra desigual
En noviembre el operativo israelí ?pilar defensivo? contra los cohetes desde Gaza dejó más de 160 palestinos muertos
Fuente: Internet