Ciudad de México.- Algunos extractos colocados en YouTube del
largometraje titulado “La Inocencia de los Musulmanes” (Innocence of
Muslims), fueron suficientes para detonar la reacción violenta de una
turba que se lanzó contra la sede diplomática de Estados Unidos en
Bengasi, y a linchar al embajador Chris Stevens.
La difusión de cortos de esta cinta de casi dos horas, mantiene en vilo
al gobierno de Washington, que vio con horror como su embajador era
asesinado por una muchedumbre enardecida que alegaba blasfemia de
Estados Unidos por permitir que se ataque al Profeta Mahoma.
La Inocencia de los Musulmanes podría servir de combustible para
reactivar sentimientos anti estadounidenses en el mundo árabe, al
considerar que esta película, que se cree fue patrocinada entre otros,
por el polémico pastor estadounidense Terry Jones, ataca y ofende a los
musulmanes y a su fe.
Tras el asesinato de Stevens, el propio presidente Barack Obama aseguró
que Estados Unidos “es un país que respeta todos los credos, que rechaza
todos los intentos de denigrar las creencias religiosas de otros”.
En la cinta, que despliega contenidos de humor, con fuertes cargas de
sátira, ironía y sarcasmo, se presenta al Profeta Mahoma adoptando
actitudes mundanas, incluso manteniendo relaciones sexuales.
Apenas el martes pasado, la iglesia de Gainesville, Florida, que
encabeza Jones, difundió un extracto de 13 minutos de la cinta, que de
acuerdo con comunicado de este grupo, no tiene como objetivo atacar a
los musulmanes “sino mostrar la ideología destructora del islam”.
Jones cobró fama recientemente al quemar públicamente un ejemplar del
Corán, lo que de inmediato generó la reacción virulenta entre los
musulmanes.
La cinta Innocence of Muslims, producida por Sam Bacile, de 54 años,
dedicado a los bienes raíces, declaró al diario The Wall Street Journal,
que se trata de una película política, no religiosa, aunque acepta,
según algunas publicaciones, que la cinta previene al mundo de los
peligros del Islam.
De acuerdo con el diario El País, Bacile reveló que el largometraje pudo
realizarse gracias a una colecta de cinco millones de dólares entre
donantes judíos, y en la que participaron 60 personas y un equipo de 45
técnicos. La cinta se rodó en sólo tres meses en California.
Extractos de la película, que se circula en YouTube y en algunas páginas
en Internet, no se proyecta en ningún cine en la Unión Americana, y
sólo estuvo algunos días en cartelera a principios de año, sin éxito
alguno.
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