Estados Unidos.- Las autoridades de Nueva York han brindado nuevos detalles sobre el caso de Nicholas Feliz Dominici, el pequeño de tan solo un año de edad que falleció el pasado viernes por una sobredosis de fentanilo mientras se encontraba en la guardería “El Divino Niño”, ubicada en El Bronx del ya mencionado distrito.
Joe Kenny, el jefe de detectives de Nueva York, informó que tras realizar un cateo en la guardería se descubrió un kilo de fentanilo en el área destinada para que los niños durmieran, así como también múltiples dispositivos utilizados para empacar grandes cantidades de droga, lo que ha dado paso para considerar que el plantel era nada más una fachada para una fábrica de estupefacientes.
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Los vecinos de la guardería afirmaron que era un secreto a voces que el establecimiento solo servía de tapadera para los narcotraficantes, pues el negocio había estado en funcionamiento durante más de un año, con adultos que entraban y salían con frecuencia. Sin embargo, la presencia de menores de edad apenas empezó a notarse hace algunos meses.
Hasta el momento no se ha establecido una versión oficial sobre lo que sucedió con Nicholas, sin embargo, se contemplan dos hipótesis: que los niños consumieron el fentanilo en alguna comida o que el aire de la guardería estaba contaminado con la droga.
Las investigaciones señalan que en el sótano del edificio se llevaba a cabo la venta de drogas, por lo que Grei Méndez De Ventura, la dueña de la guardería, y su cómplice Caristo Acevedo fueron detenidos el pasado sábado y ahora enfrentan cargos de asesinato y agresión.
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Mientras tanto el esposo de De Ventura, quien está prófugo de la justicia, se señala como el principal responsable de la fabricación de drogas dentro de la guardería donde murió el bebé de apenas un año de edad y otros dos más resultaron intoxicados.
