Bamako.- El ejército de Mali afirmó el viernes que
controla una aldea en la que los insurgentes islamistas se mantenían
desde hace una semana, aunque un grupo de ayuda indicó que no puede
entrar en la zona para dar asistencia humanitaria.
Mientras tanto, Naciones Unidas advirtió que unos 700 mil civiles
podrían quedar desplazados por la lucha en Malí, una ex colonia a la que
Francia mandó una fuerza expedicionaria la semana pasada para desalojar
a los insurgentes del norte del país.
París intervino cuando los islamistas avanzaron desde el norte a la
población central de Konna .Un militar de Mali, que habló a condición de
guardar el anonimato por no estar autorizado a dialogar con los
periodistas, dijo el viernes que las fuerzas oficiales ocupan la
población y que los islamistas la abandonaron.
No había comunicaciones telefónicas con la aldea, por lo que fue difícil
verificar la información. Médicos Sin Fronteras ha intentado llegar a
Konna desde el lunes, pero todas las carreteras de acceso están
clausuradas por el ejército, según Malik Allaouna, director de
operaciones del grupo, conocido por sus iniciales francesas MSF.
“Pese a nuestras reiteradas peticiones, nos siguen negando acceso a la
región de Konna” , indicó. “Es esencial el envío de ayuda médica y
humanitaria neutral e imparcial en las zonas afectadas por el
conflicto”.
En Ginebra, la vocera de la agencia de refugiados de la ONU Melissa
Fleming dijo que el número de habitantes desplazados en Malí seguramente
aumentará de forma espectacular en los próximos meses.
Los que huyeron “mencionaron que grandes sumas de dinero se ofrecen a
los civiles para que combatan contra el ejército de Malí y sus
partidarios” , agregó.Mientras tanto, los soldados se mantienen en
estado de máxima alerta en Banamba, una aldea situada a 144 kilómetros
(90 millas) de la capital, Bamako, al ser vistos yihadistas en la zona.
Unos 100 soldados de Mali se dirigieron el jueves a Banamba, el lugar
más cercano a Bamako en el que habría presencia insurgente.
Francia se ha topado con una feroz Resistencia de los insurgentes, cuyas
operaciones no sólo abarcan una zona en Malí de extensión parecida a
Afganistán, sino que han llegado a unos 1.000 kilómetros (600 millas) al
noreste, en Argelia, donde los insurgentes tienen copada una
explotación de gas natural de BP y varios rehenes extranjeros.
CHG
