Estados Unidos.- El gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó el pasado jueves 15 de mayo una ley que convierte al estado en el segundo en Estados Unidos —después de Utah— en prohibir la fluoración del agua potable.
El mandatario republicano defendió la medida al calificar la fluoración como una forma de “medicación forzada”, pese a las advertencias de expertos en salud que alertan sobre los riesgos que esto representa para la salud dental, especialmente en niños y comunidades vulnerables.
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Es así que, desde un evento en Dade City, DeSantis promulgó la norma SB 700 para “proteger contra la medicación forzada e impulsar la agricultura”, a lo que añadió:
(…) forzar el flúor en el agua no es bueno” porque, según argumentó, “hay riesgos asociados con eso para mujeres embarazadas, para jóvenes y para niños.
Si usas flúor para tus dientes, está bien. Pero ponerlo de manera forzosa en el suministro de agua es básicamente medicación forzada para las personas. No tienen opción. Le estás quitando eso (la decisión) a la gente.
La legislación no menciona de manera específica el flúor o fluoruro, que está presente en el agua potable de Estados Unidos desde 1945, pero prohíbe el “uso de ciertos aditivos en el sistema de agua”, por lo que el gobernador insistió en que esto “básicamente ya no permite en Florida” este mineral en el suministro estatal.
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Finalmente, cabe destacar que, además de Florida y Utah, otros estados como Ohio, Carolina del Sur y Luisiana están considerando legislaciones similares para restringir o prohibir la fluoración del agua.