Estados Unidos.- El triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos ha tenido un impacto significativo en los procesos legales que pesan en su contra, pues ahora la fiscalía federal ha decidido dar un paso adelante en el abandono de casos tanto por el mal uso de documentos clasificados como por el intento de revertir el resultado electoral en los comicios de 2020.
En apego a las consideraciones del Departamento de Justicia, las cuales señalan que los presidentes en ejercicio no pueden enfrentar un proceso penal, el fiscal Jack Smith dijo en un documento presentado ante la jueza del Tribunal de Distrito de Estados Unidos:
La posición del Departamento (de Justicia) es que la Constitución exige que este caso sea desestimado antes de que el acusado sea investido (…) Este resultado no se basa en los méritos o la fuerza del caso contra el acusado.
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Smith hizo la misma solicitud en el caso por mal manejo de documentos clasificados, que se refiere a los documentos que Trump sacó de la Casa Blanca cuando terminó su primer periodo presidencial (2017-2021), y se llevó a su residencia en Mar-a-Lago, Florida.
Antes de esto, el 8 de noviembre, la jueza Tanya Chutkan concedió una pausa al caso después de que así se lo solicitara el fiscal para tener tiempo para analizar las consecuencias del resultado electoral del pasado 5 de noviembre, donde Donald Trump venció a la demócrata Kamala Harris.
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La desestimación de los casos contra Donald Tump ya había sido ampliamente comentada en las últimas semanas, esto tras informarse que Smith estaba evaluando cómo concluir tanto ese caso como un proceso pendiente separado que presentó, acusando a Trump de conspirar para anular los resultados de las elecciones de 2020. Las opiniones legales del Departamento de Justicia que se remontan a décadas atrás dicen que los presidentes en ejercicio no pueden ser acusados o procesados mientras están en el cargo.
