Fariñas: "no hay vencedores ni vencidos" por excarcelaciones en Cuba

Santa Clara, Cuba.- El opositor cubano Guillermo Fariñas afirmó que no hay “vencedores ni vencidos”, sino que Cuba ganó, tras deponer este jueves su huelga de hambre y sed de 135 días ante el compromiso del Gobierno de liberar a 52 presos políticos.”Esta confrontación entre demócratas vs antidemócratas no tiene vencedores ni vencidos, sino que ha ganado Cuba, nuestra Patria”, afirmó Fariñas en un comunicado que sus colaboradores mostraron a través del vidrio de la sala de terapia intensiva del hospital de la central ciudad de Santa Clara, donde está internado.Una nota de la Iglesia católica informó el miércoles sobre la decisión del gobierno cubano de liberar a 52 opositores, cinco de forma inminente y 47 en un plazo máximo de cuatro meses.”Hasta el plazo dado por las autoridades cubanas a la alta jerarquía católica nacional, yo depongo mi huelga de hambre y sed”, manifestó Fariñas en el texto, dejando entrever la posibilidad de retomar su protesta si el Gobierno no cumple con su compromiso.Fariñas comenzó su exigencia de liberación de 26 presos políticos en mal estado de salud el 24 de febrero, un día después de la muerte del preso político Orlando Zapata, quien siguió una huelga de hambre de 85 días.Un inédito diálogo entre el cardenal Jaime Ortega y el presidente Raúl Castro, iniciado el 19 de mayo, resultó preliminarmente en la liberación de un preso parapléjico, incluido en la lista de Fariñas, y la reubicación en sus provincias de residencia de otros 12.Tras un segundo encuentro celebrado el miércoles, con la asistencia del canciller español Miguel Angel Moratinos, se anunció la liberación de 52 presos, el resto de los que quedaba en prisión de los 75 opositores condenados en 2003.La decisión de Fariñas fue informada a una treintena de disidentes que viajaron a Santa Clara (280 km al este) a solicitarle que depusiera su actitud ante el anuncio oficial.El disidente, en respuesta a un voto de confianza en las gestiones de la Iglesia, había respondido a los enviados del cardenal que depondría su huelga cuando 10 o 12 prisioneros fueran excarcelados y se fijara calendario de liberación para el resto.Pero su crítico estado de salud, admitido por el Gobierno el sábado en el diario oficial Granma, que mencionó un “peligro potencial de muerte”, movió a su compañeros de causa a solicitarle que depusiera su actitud.