Estados Unidos. ¿Qué tan común es que un padre de familia olvide a sus hijos en el carro?, y peor aún, ¿qué tan común es que los padres dejen a sus hijos por largos períodos, de hasta ocho horas?. Quizá estas preguntas las tengan que responder unos padres de Florida, Estados Unidos, quienes dejaron olvidada a una bebé, de 18 meses de edad, en el carro, por un largo período.
La menor murió, desafortunadamente, ante un golpe de calor, pues la olvidaron en el automóvil y estuvo ahí por un tiempo de ocho horas. Cabe precisar que la unidad estaba estacionada al aire libre.
Las autoridades dieron a conocer que los padres, identificados como cuando Joel y Jazmine Rondon, ambos de 33 años de edad, fueron ya detenidos y puestos a disposición por su responsabilidad en la muerte de su propia hija.
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Para la ley de Estados Unidos, ambos son acusados de “homicidio involuntario agravado de un menor”. El hecho trágico tuvo lugar el 4 de julio, precisamente el Día de la Independencia de Estados Unidos. En ese momento, regresaron a su casa en la ciudad de Lakeland, a altas horas de la noche, tras una fiesta, e increíblemente olvidaron a la niña atada a su sillita en la parte trasera del coche.
Fue hasta el día siguiente, a las 11:00 horas, que tras no encontrar a la pequeña en casa, comenzaron a buscarla, hallándola en el carro, donde la habían dejado la noche anterior. Solo que ya estaba expuesto a los rayos del sol; según las temperaturas, bajo un extremo calor.
Aunque de inmediato la llevaron al Centro Médico de Salud Regional de Lakeland, nada pudieron hacer por ella, pues ya había muerto.
El reporte médico señaló que la temperatura corporal interna de la bebé llegó a ser de 104.4 grados Fahrenheit (40.02 grados Celsius). La autopsia efectuada determinó que la niña murió de hipertemia.
“El automóvil estaba aparcado afuera, no en un garaje, no debajo de un árbol, ni bajo ninguna sombra. La investigación nos muestra que la temperatura del automóvil podría haber estado entre 130 y 170 grados (Fahrenheit) en ese momento” (54-76 grados centígrados), declaró ante este hecho el alguacil Grady Judd.
En la revisión de los padres, estos dieron positivo a alcohol y marihuana, que habían consumido en la fiesta, y Joel Rondon también a metanfetamina.
