Alemania. A través de un comunicado, un tribunal de Múnich, Alemania, condenó este lunes a cadena perpetua a un enfermero que sedaba a pacientes para que no lo molestaran durante su turno laboral.
La mala práctica del profesional de la salud identificado como Mario G, de 26 años de edad, provocó la muerte en el año 2020 de dos adultos mayores de 80 y 89 años de edad, respectivamente.
El sentenciado también enfrenta seis cargos por intento de homicidio, por lo que el tribunal ordenó al enfermero que no vuelva a ejercer la profesión.
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Además, alertó que el imputado puede beneficiarse de algún tipo de medida para salir la cárcel una vez haya cumplido 15 años de condena.
“Cometí un gran error”, admitió el acusado tras el inicio de su juicio y alegó que tomaba mucho alcohol antes de sus turnos y que se quedaba dormido, por lo que optaba por suministrar sedantes que se encontraban en una unidad intermedia entre la planta y los cuidados intensivos.
Testigos indicaron que antes de que empezara a trabajar en el hospital de Múnich, el condenado, era conocido como alguien con una intensa vida nocturna y un alto consumo de alcohol.
Durante el juicio Mario G. fue interrogado acerca de lo que hubiera hecho de no haber sido detenido y admitió que hubiera seguido procediendo del mismo modo con los pacientes.