Italia.- El Papa Francisco ha tomado una decisión verdaderamente revolucionaria dentro del Vaticano, pues este miércoles anunció que las mujeres religiosas podrán ejercer su voto en la reunión del Sínodo de Obispos, lo que representa un cambio sin precedentes en la Iglesia Católica.
Desde hace 2,000 años las mujeres religiosas del Vaticano no podían ejercer su voto, pues era un derecho relegado únicamente al género masculino. Sin embargo, al anunciar los cambios autorizados por el sumo pontífice, se confirmó este hecho histórico, el cual había sido reclamado desde hace décadas, cuando el papa Pablo VI instauró el Sínodo de los Obispos en 1965.
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En el anuncio también se especificó que las mujeres en el Vaticano también tendrán la mitad de los 70 lugares elegidos por el Papa Francisco – de una lista de 140 personas -, para que los ocupen miembros que no son obispos, entre los que se encuentran sacerdotes, monjas, diáconos, laicos y laicas, es decir, 35 de estos lugares podrán ser ocupados por mujeres y serán votantes con pleno derecho.
Cabe recordar que el sínodo se define como un concilio de obispos para tratar asuntos eclesiásticos.
Tanto las religiosas como las asociaciones de mujeres católicas llevaban años pidiendo poder no sólo formar parte de la asamblea, en la que se deciden y debaten algunos importantes temas de la Iglesia, sino también poder votar el documento final que sirve al papa para tomar sus decisiones.
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Por otra parte, a pesar de que la decisión del Papa Francisco ha sido considerada por muchos como histórica, el arzobispo de Luxemburgo y relator del Sínodo de la sinodalidad, Jean-Claude Hollerich, consideró que, en su opinión, “no es una revolución, pues la asamblea sigue siendo una reunión de obispos, con una participación de no obispos”, ya que cerca del 75 por ciento de los participantes seguirán siendo obispos.
