Cuba, El gobierno cubano anunció la conclusión del proceso de excarcelación de 553 presos, compromiso asumido en enero como un gesto humanitario en el marco del año jubilar decretado por el Papa Francisco. La vicepresidenta del Tribunal Supremo Popular, Maricela Sosa, informó que las solicitudes se tramitaron en dos etapas: 378 en enero y 175 en febrero.
El presidente Miguel Díaz-Canel comunicó al pontífice la decisión de otorgar beneficios jurídicos anticipados a estas personas, en un acto de buena voluntad y reconciliación. Días después, el Papa Francisco calificó la medida como un “gesto de gran esperanza” y destacó el papel del Vaticano en las negociaciones, que involucraron también a Washington y La Habana.
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Sin embargo, el contexto político influyó en el proceso. Mientras la administración de Joe Biden notificó su intención de retirar a Cuba de la lista de patrocinadores del terrorismo, el regreso de Donald Trump a la presidencia el 20 de enero revirtió esta medida, lo que pausó las liberaciones hasta la última semana.
Organizaciones de derechos humanos, como Justicia 11J, han seguido de cerca la situación y registraron la excarcelación de 202 personas hasta el lunes por la noche. La mayoría de los liberados habrían sido detenidos tras las protestas de julio de 2021, en las que ciudadanos reclamaron por cortes de luz, desabastecimiento y cambios en la política del país.
Las autoridades cubanas no reconocieron la existencia de presos políticos y argumentaron que los detenidos enfrentaron procesos judiciales por diversos delitos, desde robo hasta desobediencia. Además, sostuvieron que grupos desde el extranjero incentivaron el descontento a través de redes sociales en medio de la crisis económica.
