?Seúl.- El próximo ministro de la defensa de Corea del Sur amenazó el viernes
con ordenar a su fuerza aérea que bombardee a su vecino del norte si
lanza otra ofensiva como el ataque mortal de la semana pasada, al
esbozar una nueva y endurecida política militar hacia su rival.
El gobierno del presidente Li Myung-bak está siendo fustigado por la
respuesta débil que mostró luego que Corea del Norte bombardeó el 23 de
noviembre una isla de Corea del Sur. Para agravar las cosas, hubo una
revelación sorprendente de que el jefe de los servicios de espionaje
surcoreanos restó importancia a la información que recibió en agosto que
indicaba que Pyongyang podría atacar la isla de Yeonpyeong.
El nominado de Li para nuevo ministro de la Defensa, Kim Kwan-jin, dijo
durante una audiencia parlamentaria de confirmación que ordenará ataques
aéreos de represalia en caso de una nueva agresión de Corea del Norte.
Dijo que Corea del Sur usará toda su capacidad de combate en respuesta.
”En caso de que el enemigo ataque nuestro territorio y nuestro pueblo
otra vez, actuaremos a fondo en represalia, para asegurar que el enemigo
no volverá a provocarnos otra vez”, dijo Kim. La audiencia es una mera
formalidad, pues la Asamblea Nacional de Corea del Sur no tiene la
facultad para rechazar el nombramiento de Li.
Kim dijo que difícilmente Corea del Norte podrá emprender una guerra a
gran escala debido a su economía debilitada y a que debe enfocarse en
los planes para la transferencia del poder del enfermo líder Kim Jong Il
a su joven e inexperto hijo, Kim Jong Un.
A pesar de las declaraciones amenazantes, se han planteado dudas sobre
la preparación e incluso la voluntad de Li de hacerle frente a Corea del
Norte. Se ha criticado al presidente por encabezar una fuerza militar
cuya respuesta al ataque fue vista como demasiado lenta y débil. Corea
del Norte disparó 170 rondas, en comparación con las 80 que regresó
Corea del Sur.
