Washington.- El consulado de Estados Unidos en Bengasi ya había sido objeto de varios atentados y la misión diplomática en Libia
había solicitado “en repetidas ocasiones un aumento de la seguridad”
que le fueron denegados antes del ataque del pasado 11 de septiembre,
indicaron varios congresistas.
“Varios funcionarios del gobierno han confirmado al comité que, antes
del ataque del 11 de septiembre, la misión en Libia había solicitado en
repetidas ocasiones un aumento de la seguridad en Bengasi”, explicó
Darrell Issa, congresista republicano y presidente del comité de la
Cámara de Representantes de Supervisión y Reforma del Gobierno.
“A la misión diplomática en Libia, sin embargo, se le negaron el acceso a
estos recursos”, agrega Issa y el congresista republicano por Utah,
Jason Chaffetz, que también firma una carta enviada hoy a la secretaria
de Estado, Hillary Clinton.
La misiva exige a la Administración que explique si se recibieron esas peticiones y si se tomaron medidas al respecto.
“Por favor, detallen cualquier solicitud realizada por la embajada de
Trípoli a la sede central del Departamento de Estado de seguridad
adicional, de manera general o acerca de ataques específicos”, precisan.
Los legisladores señalan que cuentan con información de personas con
“conocimiento directo” de lo que sucedía en Libia y que el ataque del 11
de septiembre fue “el último de una larga serie de atentados a
diplomáticos y funcionarios occidentales en Libia en los meses previos”.
Entre ellos, los legisladores destacan que en junio ya se produjo un
ataque con bomba al consulado estadounidense y también otro ataque a la
comitiva que llevaba al embajador británico en Libia por la ciudad.
Asimismo, agregan que “nunca estuvo claro, como han sostenido los
funcionarios de la Administración, que el ataque fuese el resultado de
una protesta popular” .
En el atentado falleció el embajador estadounidense en Libia,
Christopher Stevens, el funcionario diplomático Sean Smith y los
exmilitares Tyrone Woods y Glen Doherty.
Aunque en un principio, la Administración Obama aseguró que lo ocurrido
había sido producto de las “violentas protestas” a raíz de un vídeo
producido en Estados Unidos que ridiculiza al islam, posteriormente se
matizaron estas afirmaciones.
La semana pasada el secretario de Defensa de Estados Unidos, Leon
Panetta, afirmó en rueda de prensa que el ataque en Bengasi “fue un
ataque terrorista”.
Posteriormente, la Oficina del Director Nacional de Inteligencia de
Estados Unidos agregó que “algunos de los involucrados en el ataque
terrorista estaban vinculados a grupos afiliados o simpatizantes de Al
Qaeda”.CHG