EU. El asalto al Capitolio de Estados Unidos dejó un saldo de cuatro personas muertas, las cuales ya fueron identificadas, de acuerdo con las autoridades.
Se trata de Ashli Babbitt, una mujer de 35 años residente en San Diego (California, EE.UU.); Benjamin Phillips, de 50 y de Ri (Pensilvania); Kevin Greeson, de 55 años, de Athens (Alabama); y Rosanne Boyland, de 34 años, de Kennesaw (Georgia).
En el caso de Babbitt, la mujer de San Diego murió después de recibir un disparo de un agente de la Policía del Capitolio de EE.UU., de acuerdo con un comunicado de ese cuerpo policial, que se encarga exclusivamente de la seguridad del propio edificio y los colindantes, propiedad del gobierno.
“Se brindó asistencia médica de inmediato y la mujer fue trasladada al hospital, donde más tarde sucumbió a sus heridas”, agregó la Policía del Capitolio.
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La licencia del agente que acabó con la vida de Babbitt, cuyo nombre no ha trascendido, ha sido suspendida hasta el fin de la investigación del suceso por parte de la misma Policía del Capitolio y la Policía Metropolitana de DC.
De acuerdo con varios videos difundidos por las redes sociales, Babbitt trató de entrar en una zona del Capitolio a través de una ventana rota, flanqueada por otros miembros de la insurrección y fue entonces cuando el policía apretó el gatillo, terminando con su vida de un solo disparo.
Babbitt era veterana del Ejército estadounidense, libertaria, ferviente seguidora del presidente saliente, Donald Trump, y partidaria de la Segunda Enmienda, que protege el derecho a portar armas.
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