Jerusalén.- Un coche bomba explotó este martes durante un cortejo fúnebre en un suburbio de Damasco, dejando un saldo preliminar de al menos 12 muertos y decenas de heridos, mientras el ejército sirio intensificó sus bombardeos en barrios orientales de la capital.
La televisión estatal siria precisó que un coche lleno de explosivos
estalló en el suburbio de Jaramana, en el sureste de Damasco, cuando se
llevaba a cabo el funeral de dos partidarios del régimen sirio, muertos
anoche durante un ataque perpetrado por “terroristas”.
Durante el atentado de este martes, ocurrido en la entrada de un
cementerio druso, al menos una docena de personas que participan en el
cortejo fúnebre murieron y decenas resultaron heridas, indicó la
televisión sin dar más detalles.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) confirmó la explosión,
aunque no pudo establecer un balance exacto de víctimas, pues diversos
medios de comunicación hablan de entre 12 y 20 muertos y entre 48 y 150
heridos.
Destacó que la mayoría de los habitantes de Jaramana apoyan el régimen del presidente sirio Bashar al-Assad.
El atentado tuvo lugar en momentos en que las fuerzas leales al régimen
sirio comenzó a extender sus operaciones a los suburbios de la capital,
donde están atrincheradas las brigadas de élite del Ejército Libre Sirio
(ELS).
Este martes, las fuerzas gubernamentales y los rebeldes prosiguen sus
combates en varios barrios orientales de Damasco y en las afueras de la
capital, así como en los barrios de la norteña ciudad de Aleppo,
sometidos a los bombardeos sirios.
El ejército bombardeó posiciones rebeldes al este de Damasco, entre
ellos la región de Al Guta, tras haber abierto un nuevo frente en los
barrios orientales de la capital, para capturar a insurgentes, precisó
el OSDH.
Las tropas sirias también bombardearon Harasta e Irbine, en las afueras
(este) , mientras en la provincia de Damasco, se encontraron los cuerpos
sin identificar de al menos cinco hombres.
Helicópteros militares arrojaron el martes cientos de volantes sobre
Damasco y los suburbios capitalinos, exhortando a los rebeldes a
entregar sus armas o a enfrentarse a una inevitable muerte.
Los volantes decían que el ejército sirio está determinado a “limpiar
cada pulgada de Siria” y que los “pistoleros” no tienen otra opción más
que entregar sus armas o enfrentar una “muerte inevitable”.
El lunes, 190 personas -116 civiles, 40 rebeldes y 34 soldados- murieron
en Siria, 60 de ellos en la provincia de Damasco, según el OSDH.
En la ciudad de Aleppo continuaban los intensos bombardeos contra los
barrios donde están los rebeldes, sumidos desde hace más de un mes en
una batalla crucial por esta metrópoli comercial.
Los barrios de Sukari (sur) y Hanano (noreste) también fueron objeto de bombardeos, que dejaron al menos tres muertos.
En la provincia de Idleb (noroeste), al menos 13 personas, entre ellas
dos mujeres, murieron en el bombardeo de la localidad de Kafa Nabel y
cuatro insurgentes fallecieron en enfrentamientos en la localidad de
Ariha.
CHG
