China.- Zhang Yongzhen, el primer científico que publicó una secuencia del virus COVID-19 en China, ha denunciado que él y su equipo han sido desalojados repentinamente de su laboratorio, lo cual forma parte de una serie de reveses propiciados por el régimen del gigante asiático.
De acuerdo con una publicación realizada por el virólogo en sus redes sociales, el Estado chino ha estado presionando y controlando a los científicos que realizan investigaciones sobre el coronavirus, esto desde qué él mismo publico la secuencia sin aprobación del estado en enero de 2020.
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En una declaración en línea, el Centro Clínico de Salud Pública de Shanghai dijo que el laboratorio de Zhang estaba siendo renovado y cerrado por “razones de seguridad” y que, sumado a ello, le había proporcionado al experto un espacio alternativo.
Sin embargo, Zhang Yongzhen refutó esta versión argumentando que las autoridades le impidieron sorpresivamente el acceso al lugar y que a su equipo no se le ofreció un laboratorio alternativo hasta que se les notificó su desalojo, además de que el ofrecido no cumplía con los estándares de seguridad para realizar su investigación.
Ante esta situación, el científico anunció una huelga y confirmó a medios internacionales que ha estado durmiendo afuera de su laboratorio hasta que la situación sea aclarada y se respeten sus derechos.
La aparente persecución en contra de Zhang comenzó cuando él y su equipo secuenciaron el virus del COVID-19 el 5 de enero de 2020 y escribieron un aviso interno advirtiendo a las autoridades chinas sobre su potencial de propagación.
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Al día siguiente, el principal funcionario de salud de China ordenó el cierre temporal del laboratorio, pero el científico decidió no quedarse de brazos cruzados y publicó su secuencia del coronavirus el 11 de enero de 2020, a pesar de la falta de permiso del gobierno.
A pesar de que la situación permitió poner en alerta a las autoridades de todo el mundo sobre la enfermedad, Zhang fue destituido de un puesto en el Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades y se le prohibió colaborar con algunos de sus antiguos socios, lo que paralizó su investigación.