Argentina. Tras los bajos salarios y el ajuste fiscal de Javier Milei, cientos de chóferes de las 10 líneas de transporte público en Buenos Aires, iniciaron una huelga laboral por 24 horas con la intención de que sean escuchadas sus peticiones.
Los manifestantes exigen aumentos salariales atrasados en un contexto de profundización del malestar de los argentinos tras las reformas económicas del mandatario argentino.
Los conductores agrupados en el sindicato Unión Tranviarios Automotor (UTA) dijeron que levantarán lo que denominaron “retención de tareas” si las empresas de las líneas de autobuses les depositan las sumas que reclaman.
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Sin embargo, varios empresarios adelantaron que no están en condiciones de afrontar ese pago. El portavoz presidencial Manuel Adorni señaló que el paro afecta a más de cuatro millones de personas y aseguró que no todas las líneas se plegaron al cese de actividades, “varias seguían operando en la capital y localidades cercanas”, dijo.
“Los argentinos estamos ante dos caminos: uno el de la libertad, que es lo que eligió la gente cuando votó al presidente Milei y el otro de aquellos que utilizan el amedrentamiento”, afirmó el funcionario.
