Roma, Italia.- El ex primer ministro
italiano y magnate de las comunicaciones Silvio Berlusconi anunció el
lunes que llegó a un acuerdo con la populista Liga Norte de cara a las
elecciones de febrero próximo, con lo que esperan limitar los daños
políticos tras la pérdida de popularidad por los numerosos escándalos
económicos y de corrupción protagonizados.
“Habemus papam. Hemos firmado un acuerdo”, anunció Berlusconi al
término de una larga reunión con el ex ministro del Interior, Roberto
Maroni, nuevo líder de la Liga Norte, aliada clave en su precedente
gobierno.
Se trata de una táctica “desesperada”, comentaron sus adversarios,
quienes consideran que las dos formaciones necesitan unirse para poder
mantener el propio poder en varias regiones claves del norte
industrializado, donde se concentra el ejército de decepcionados por
Berlusconi.
Maroni precisó que el ex primer ministro Berlusconi mantendrá su papel de
líder de la coalición de centro-derecha pero que no aspira a regresar al
cargo de primer ministro, como había anunciado, respetando una de las
condiciones exigidas por la Liga para aceptar la alianza.
“Después de haber estado en la trinchera por años, preferiría ser
ministro de Economía”, dijo Berlusconi, quien suele ofuscar el clima
electoral con sus inéditas propuestas.
La Liga, movimiento autonomista de la cual el controvertido Umberto Bossi
fue el principal fundador, se ha presentado siempre como la defensora de
los miles de pequeños empresarios del Norte de Italia y de la lucha
contra la corrupción contra el poder central de Roma, pero debido a los
escándalos por malversación de fondos públicos por parte de un buen
número de sus diputados y concejales, ha perdido credibilidad, cayendo
del 8% a menos de 5%.
Las reacciones al acuerdo
“Es la unión de los desesperados, esperan salir así de la situación
catastrófica en que se encuentra el centro-derecha y no se dan cuenta de que
es peor”, comentó Maurizio Martina, portavoz del Partido
Democrático (centro-izquierda) en Lombardía, la región norteña en que se
encuentra Milán, la capital financiera de Italia y feudo electoral del
magnate.
Con el apoyo de Berlusconi, Maroni aspira al cargo de gobernador de
Lombardía, una de las más prósperas de la península, sacudida este año por
las investigaciones judiciales contra unos 60 concejales sobre un total
de 80, incluyendo a su gobernador, el ultra católico Roberto Formigoni.
“Es un acuerdo arriesgado, porque la base electoral de la Liga no
quiere seguir del brazo con Berlusconi y será difícil que acepte esa
alianza”, comentó a la AFP Stefano Folli, editorialista del diario
económico Il Sole 24Ore.
En efecto, la base de la Liga reaccionó indignada contra el acuerdo y una
lluvia de twitter y mensajes en Facebook cubren de insultos a su líder: ?Maroni
has decretado la muerte de la Liga?, sentencia Alessandro.
“Es un error de la Liga Norte, porque pierde su autonomía”, sostiene
Folli.
El movimiento, que se opuso hace un año al gobierno liderado por el tecnócrata
Mario Monti, espera salvarse con una campaña contra las medidas de
austeridad del economista.
“Se trata de una alianza sin sentido, tienen prioridades y visiones
opuestas”, sostiene James Walston, profesor de la Universidad
Estadounidense de Roma.
Los sondeos
Con la ofensiva electoral de Berlusconi y Maroni se intenta dar vuelta a
los sondeos, en los que aparecen como los gran perdedores, y pescar entre
los decepcionados del gobierno Monti y los temerosos de las medidas que
podría adoptar un eventual gobierno de izquierda.
Según los sondeos del 2 de enero realizados por el instituto Tecné para
Sky Italia, la coalición de izquierda, liderada por Pier Luigi Bersani,
del Partido Democrático, alcanzaría el 40.3% de los sufragios frente al
26.3% del partido de Berlusconi, la Liga y otras formaciones pequeñas.
Monti, quien se lanzó al ruedo de la política con una coalición de
partidos y formaciones de centro que apoyan la llamada ‘Agenda Monti’,
cuenta por ahora con el 12% de las simpatías y podría convertirse en el
aliado de Bersani.IN