Roma.- ?El primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, que enfrenta juicio por supuestamente haber pagado por mantener relaciones sexuales con una marroquí menor de edad, asumirá su propia defensa ante la justicia siempre que no tenga que comparecer ante la corte más de una vez por semana, dijo su abogado el sábado.
Niccolo Ghedini informó a la prensa que la defensa solicitó al titular del tribunal de Milán que programe las audiencias para los lunes. Berlusconi se defenderá a sí mismo en el caso de prostitución, como también en casos separados que involucran acuerdos relacionados con su imperio comercial.
”El primer ministro considera oportuno presentarse personalmente para defenderse”, agregó Ghedini. La ley italiana deja a consideración del acusado si quiere presentarse ante el tribunal durante el juicio.
”Hemos solicitado al tribunal que fije los lunes” para los distintos juicios a Berlusconi, dijo el abogado. ”No se puede pedir más. Para un primer ministro, un día por semana no es poca cosa”. Insistió en que Berlusconi estaba extremando esfuerzos para presentarse.
Ghedini aguardó el comienzo de una audiencia en un juicio sobre la venta de derechos cinematográficos por parte de una de las compañías de Berlusconi. Debido a un tecnicismo, esa audiencia se aplazó hasta el 28 de marzo.
En el juicio más resonante contra Berlusconi, que comenzará el 6 de abril en Milán, se le acusa de haber usado sus prerrogativas gubernamentales para encubrir un supuesto encuentro sexual en su residencia cerca de Milán con una bailarina exótica apodada Ruby, que entonces tenía 17 años.
Berlusconi negó haber pagado para tener relaciones con la menor. Insiste en que en ese caso, como en varias investigaciones penales anteriores, es la víctima inocente de fiscales que, según sostiene, simpatizan con la oposición izquierdista.
En un juicio cuya próxima audiencia será el 11 de marzo, Berlusconi es acusado de sobornar al abogado británico David Mills para mentir ante la justicia en los años 90 a fin de proteger sus intereses comerciales. Mills fue condenado en el 2009 por haber recibido un incentivo de 600 mil dólares, pero el veredicto fue revocado el año pasado cuando el principal tribunal penal de Italia falló que el estatuto de limitaciones había expirado.
