Ciudad de México.- Ante el fenómeno de popularidad que genera su carisma, la socialista
Michelle Bachelet decidió volver a pelear por la Presidencia de Chile
motivada más por el sentido del deber que por una vocación de poder, al
igual que en su anterior postulación.
En 2006, marcó un hito al convertirse en la primera mujer en llegar a
la Presidencia de Chile después de resistirse a ser candidata, y ahora
está a las puertas de volver al poder como amplia favorita en las
elecciones de este domingo, incluso en primera vuelta.
Tal como hace ocho años, Bachelet se vio empujada a aceptar
postularse a la reelección, al concitar una popularidad que desborda
cualquier explicación racional, sobre todo en los sectores pobres y
entre las mujeres, donde la devoción hacia ella es total.
¿Podría haberse negado a aceptar esta nueva postulación?
“Si hubiera nacido distinta, probablemente. Parece que en mi leche
materna venían las palabras ‘deber’ y ‘responsabilidad’,” respondió
Bachelet once días después de regresar a Chile tras casi tres años al
frente de la oficina ONU-Mujer en Nueva York, al semanario The Clinic.
Con su regreso, Bachelet rompió un silencio que mantuvo en vilo a la
política chilena y trajo alivio a la oposición de centro-izquierda,
desorientada tras su ausencia e incapaz en formar nuevos liderazgos.
Bachelet ocupó ese cargo internacional tras dejar el poder en marzo
de 2010 con una popularidad récord de más de 80%, que sin embargo, no
pudo traspasar a su candidato, el exmandatario Eduardo Frei, quien
perdió los comicios frente al derechista Sebastián Piñera.
“Los incentivos para quedarse (en Nueva York)eran altos. Estaba en un trabajo precioso”, argumentó en esa misma entrevista.
Médico pediatra, separada y madre de tres hijos, Michelle heredó el
sentido del deber de su padre, el general de Aviación Alberto Bachelet,
quien marcó profundamente su carácter y vocación política.
Alberto Bachelet murió a los 51 años, a causa de las torturas a las
que fue sometido tras ser arrestado el día del golpe de Estado que
instauró la dictadura de Augusto Pinochet, el 11 de septiembre de 1973,
por mantenerse fiel al gobierno del derrocado Salvador Allende.
“El general Bachelet marca la vida de Michelle Bachelet en varios
aspectos. Es una niña que nace prematura, a los siete meses, y debe
estar en incubadora por un mes. Esto va a marcar la relación del padre
con su hija, porque él siempre va a ser muy sobreprotector con ella”,
dice a la AFP la periodista Rocío Montes, una de las autoras del libro
“Hijas de General”, que narra la vida de Bachelet y la relación con su
padre.
“Su muerte la marca como hija pero también como la persona política que es hoy”, agrega Montes.
Del general Bachelet, Michelle hereda también el carácter sociable y
amistoso, la risa fácil y la gran cercanía que logra con la gente.
Su trágica muerte la sorprende siendo una veinteañera estudiante de
medicina y ya con una activa militancia en el Partido Socialista.
Tras el fallecimiento de su padre, ella y su madre, Angela Jeria, son
arrestadas, torturadas y enviadas al exilio. Vivieron primero en
Australia y luego en Alemania Oriental.
El destino trágico del general Bachelet volvió a emerger durante esta
campaña, pues la principal contendiente de Bachelet es la exministra
Evelyn Matthei, hija del general de aviación Fernando Matthei, uno de
los mejores amigos de su padre, y cuyas vidas tomaron rumbos opuestos
tras el golpe de Estado de 1973.
Bachelet y su madre regresaron a Chile 1979. En el país ella terminó
sus estudios de medicina y ambas siguieron ayudando a otras víctimas de
la dictadura.
Se graduó en 1982, en plena dictadura, la cual rechazó, “por razones políticas”, su solicitud para trabajar en la salud pública.
Luego ganó una beca del Colegio Médico de Chile, con la cual cursó la especialización en pediatría.
En 1994, después de restaurada la democracia, ingresó como asesora al
Ministerio de Salud y prosiguió estudios de especialización en materias
de defensa, un tema que le apasiona y en el que también se visualiza la
herencia de su padre.
Dos años después, Bachelet acomete su primera contienda electoral. Se
presenta como candidata a alcaldesa de la comuna de Las Condes de
Santiago, un bastión derechista en el que cayó derrotada tras conseguir
un escaso 2,35% de los votos.
En 2000, bajo el gobierno del socialista Ricardo Lagos, fue nombrada
ministra de Salud. Dos años más tarde pasó a la cartera de Defensa,
convirtiéndose en la primera mujer ministra de Defensa en América
Latina.
En 2002, una foto en la que aparece montada en un tanque del
Ejército, inspeccionado labores de rescate durante una inundación, es
para muchos el comienzo del llamado “fenómeno Bachelet”.NE
Bachelet y el deber de responder al fenómeno de su popularidad
En 2006, marcó un hito al convertirse en la primera mujer en llegar a la Presidencia de Chile después de resistirse a ser candidata, y ahora está a las puertas de volver al poder como amplia favorita en las elecciones de este domingo.
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