Atentados en Irak dejan al menos 27 muertos

Bagdad.- Un ataque en Tuz Khormato con un auto lleno de
explosivos mató el viernes a siete personas e hirió a decenas al destruir gran
parte de la casa de un integrante del concejo provincial, en un día en que al
menos 27 personas murieron en todo el país.
Los atentados fueron un recordatorio sombrío de los peligros que enfrentan
los iraquíes a pesar de la reducción de la violencia en los últimos años.
En otro ataque, insurgentes mataron a siete soldados e hirieron a uno más al
atacar un retén cerca de la frontera con Siria.
Por otra parte, un intérprete iraquí que trabajaba para el ejército
estadounidense fue asesinado a tiros por su hijo y su sobrino al norte de la
capital luego de negarse a renunciar a su trabajo, dijo un policía.
El jefe de la policía de Tuz Khormato, coronel Husein Alí, dijo que al menos
siete personas habían muerto y más de 60 habían resultado heridas en la
explosión que dejó 20 casas afectadas gravemente. Se descubrió un segundo coche
bomba a unos 91 metros
del lugar de la explosión, pero su carga no logró detonar, dijo Alí.
“Creemos que al-Qaida está detrás del ataque de hoy que busca
desestabilizar la seguridad y comenzar nuevamente los choques entre las
sectas”, dijo.
El ataque de coche bomba fue al parecer contra el integrante del consejo
provincial Niazi Mohamed.
Mohamed, que estaba en la casa al momento del ataque, condenó el atentado.
“Mi trabajo en el consejo provincial es servir a la gente y esto no
tiene nada que ver con las fuerzas de seguridad”, dijo.
Otra explosión de coche bomba ocurrió contra la casa del capitán de la
policía Mustafa Mohammed en Baquba, al noreste de Bagdad. En este ataque
murieron dos vecinos y otros 27 resultaron heridos, incluyendo algunos
parientes del oficial, informó la policía.
Los siete soldados murieron cuando un grupo de hombres armados se detuvo en
camionetas en un puesto de control cerca del cruce fronterizo de Qaim y comenzó
a disparar, dijeron funcionarios locales.
Las autoridades hablaron sobre los ataques bajo condición de permanecer
anónimas porque no estaban autorizadas a revelar información a los medios de
comunicación.
El traductor del ejército Hameed al-Daraji recibió disparos en el pecho en
su casa en Samarra, a 95
kilómetros al norte de Bagdad, dijo el policía Emad
Muhsin.
Muhsin señaló que al-Daraji trabajaba como contratista y traductor para el
ejército estadounidense desde 2003,
a pesar de que su familia se oponía y le pedía
constantemente que abandonara su trabajo.
El hijo y el sobrino de Al-Daraji fueron arrestados después del ataque y
confesaron ser integrantes de un grupo de al-Qaida que apoyó el asesinato, dijo
Muhsin. La policía continuaba buscando a un segundo hijo que se sospecha podría
ser cómplice, agregó Mushin.