Washington, EU.- Convertido en una marea negra que sofoca algunas de las más
ricas reservas ecológicas del golfo de México o provoca la estampida de la
fauna marina hacia aguas menos profundas o no contaminadas, el peor derrame
petrolero en la historia de Estados Unidos es fuente de inspiración y trinchera
de artistas contra la empresa British Petroleum BP y de solidaridad con las
comunidades afectadas.
Al igual que ocurrió con la tragedia que trajo consigo el huracán Katrina en
2005, el colectivo de los artistas ?que incluye a caricaturistas, cantantes,
comediantes, actores, directores de cine y pintores? vuelve a la carga para
denunciar una tragedia ocasionada por la irresponsabilidad medioambiental y el
ánimo de lucro de las grandes empresas petroleras, pero también para resaltar
la paradójica vulnerabilidad de los seres humanos en una de las más avanzadas
etapas de la tecnología.
Como parte de esta nueva corriente de arte popular, los creadores de series
de televisión infantil como Bob Esponja, Aquaman y La Sirenita no han
desaprovechado la oportunidad de acentuar la conciencia medioambiental de las
nuevas generaciones, presentando a estos imaginarios personajes del mundo
submarino como víctimas directas de un derrame petrolero que ha cumplido ya sus
60 días sin atisbo de una solución definitiva en el corto plazo.
Las imágenes de Bob Esponja, flotando y con la lengua de fuera sobre el
petróleo que ha terminado con su forma de vida o los funerales organizados en
memoria de Ariel, la sirenita que ha cautivado la imaginación de muchos niños
durante más de 20 años, son sólo una muestra del impacto que ha tenido la peor
catástrofe medioambiental en la historia de Estados Unidos en algunas series de
televisión.
Desde una posición más proactiva, actores como Kevin Costner han dado un
paso al frente para comprar y donar maquinaria que permitirá limpiar las costas
contaminadas. El director de cine James Cameron ha ofrecido incluso su equipo
robotizado de filmación para grandes profundidades.
Desde Nueva York, un colectivo de artistas del Bushwick Open Studios ha
realizado una obra alusiva al derrame petrolero, mientras sus galeristas han
decidido reducir una parte sustancial de su comisión para que un considerable
porcentaje de las ganancias vaya a parar a las cuentas bancarias de las
comunidades más necesitadas. La tragedia no ha dejado indiferente a casi nadie.
Algunos de los más importantes caricaturistas, esos agitadores de conciencia
que publican en los diarios más importantes del país, han decidido convertir a
BP en su villano favorito.
Las imágenes de un Barack Obama bañado en petróleo se disputan las páginas
editoriales con las de pelícanos ennegrecidos y angustiados, pero no por el
hecho de estar muriendo enchapopotados, sino porque sus inversiones en BP se
fueron a pique.
Fotógrafos a la caza de imágenes
Con una vena menos satírica, pero más brutal, algunos de los más
prestigiosos fotógrafos han ido hasta las costas de Louisiana, Mississippi o
Alabama a la caza de las imágenes de aves, tortugas y peces que mueren de
asfixia o envenenados por un vertido que, según las últimas estimaciones,
arroja más de 80 mil de barriles de petróleo por día.
En un juego del gato y el ratón, muchos fotógrafos realizan recorridos de madrugada
y en busca de imágenes, mientras cuadrillas de trabajadores contratadas por BP
trabajan frenéticamente para poder limpiar de las costas los cuerpos sin vida
de aves, tortugas o peces que siguen siendo la evidencia más cruel de una
tragedia ecológica sin precedentes. ?La misión de esos trabajadores es ocultar
las evidencias que pondrían incuso en mayores aprietos a los ejecutivos de BP.
Desde el derrame del Exxon Valdez (1989) no habíamos visto una operación de
encubrimiento tan descarada?, comentó Jose Luis Magaña, un fotógrafo que ha
recorrido durante varias semanas las costas del golfo de México para documentar
el ecocidio.
?Lo que demuestran todas estas manifestaciones es que una tragedia como el
derrame petrolero afecta no sólo al ecosistema, a la fauna o a las costas. Su
impacto hace una profunda mella en la conciencia social?, aseguró Sarah Michel
Ford, socióloga de la
Universidad de Massachusetts.
?Cuando ocurren este tipo de tragedias, mucha gente se pregunta cómo es
posible que hayamos llegado a este punto. Pero, además, qué tipo de acciones
son necesarias para preservar nuestro medio ambiente?, añadió la especialista,
en referencia a una tragedia que ha provocado el rechazo de la sociedad, al
tiempo que despierta la solidaridad de muchos a favor del planeta.
Entre ellos, al propio Obama, quien a partir de esta tragedia, se ha visto
obligado no sólo a definir acciones para resolver el problema, sino sobre todo,
a defender con mayor firmeza una reforma energética que apueste por energías
limpias y elimine de forma gradual nuestra dependencia del petróleo.
