Brasil.- Un desgarrador caso ha estado causando conmoción en todo el mundo, pues se reportó el rescate de una familia en Brasil, la cual estuvo secuestrada por su propio padre durante 17 años, tiempo en el cual una madre y sus dos hijos sobrevivieron en condiciones precarias y sin ver nunca la luz del sol.
Fue gracias a una denuncia anónima que las autoridades brasileñas pudieron adelantar un operativo sobre este caso, logrando el rescate de una mujer y sus dos hijos, de 17 y 22 años respectivamente, quienes se encontraban amarrados, sucios y desnutridos, en una habitación en condiciones insalubres en Guaratiba, un barrio situado en la zona oeste de Río de Janeiro.
De acuerdo con el capitán de la Policía Militar William Oliveira, la mujer y sus dos hijos estuvieron encarcelados durante casi dos décadas en una habitación de cemento sin revestir, sin agua potable, repleta de humedad, con heces y sin circulación de aire, pues las ventanas y puertas se encontraban tapiadas. Además, señaló que los dos jóvenes tenían apariencia de niños debido a su crítico estado de desnutrición.
El jefe de la policía explicó que, según las declaraciones de la mujer, ella y sus hijos no veían la luz del sol desde hace 17 años, tiempo en el cual fueron en cierta medida adoctrinados por su perpetrador, pues las víctimas no podían comer si este no les otorgaba su permiso. Y ahora, aún después de liberados, estos temían consumir alimento por miedo a su padre y secuestrador. Oliveira agrega:
Dijo que no veía la luz del día desde hacía 17 años, era la primera vez en todo ese tiempo, y decía que sentía dolor por la luz del sol. Le ofrecimos agua, le pregunté si había comido alguna cosa y si quería comer, dijo que no. Decía ‘no, o no, no puedo comer, no nos deja comer sin su autorización
Le expliqué que ella y los hijos estaban en libertad ahora y que el hombre había sido preso, pero aun así ella insistió y no comió nada
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Por último, el secuestrador y padre de los jóvenes, identificado como Luiz Antonio Santos Silva, fue capturado durante el operativo y ahora espera su determinación judicial. Mientras tanto, la familia ya recibe tratamiento médico y psicológico.
