México.- La tensión entre Estados Unidos y China crece y advertencias bélicas como derribar el avión que transportará a la líder del Congreso de Estados Unidos a Taiwán, han puesto los ojos del mundo en ambos países.
El problema tiene su origen en el independentismo taiwanés y la intervención de Estados Unidos, quien pareciera apoyar dicho movimiento.
Aunque Taiwán funciona como si fuera un país al tener su propia Constitución, 23 millones de habitantes, gobernantes elegidos democráticamente y 300 mil soldados activos en sus fuerzas armadas, para China es una provincia y considera que no tiene derecho a su independencia.
Es por eso que al gobierno chino no gustó nada el anunció que hizo Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, de hacer una gira por Asia e incluir Taiwán en ella.
Desde 1979 Estados Unidos reconoce “una sola China” con capital en Pekín. No reconoce oficialmente a Taiwán, pero le apoya militarmente. Por tanto, China considera la visita de Pelosi como una provocación, que altera el tenso statu quo.
La advertencia fue muy clara el pasado jueves 28 de julio cuando el presidente chino Xi Jinping le advirtió a su homólogo en los Estados Unidos Joe Biden, que no juegue con fuego”, porque “los que juegan con fuego se prenderán a fuego a sí mismos”.
A pesar de las advertencias Nancy Pelosi llegará a Taiwán escoltada por aviones militares de los Estados Unidos.
Los aviones en los que viajará Pelosi son Caza de combate diseñados fundamentalmente para la guerra aérea con otras aeronaves, en oposición a los bombarderos.
Están diseñados principalmente para atacar objetivos terrestres mediante el lanzamiento de bombas. Los cazas son pequeños, veloces y de gran maniobrabilidad.