Nairobi, Kenia.- Entre los miembros del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (Pnuma) existe una gran preocupación sobre los últimos hechos de los incendios que han asolado a diversos países del mundo, en especial Europa y América del Norte, ya que esto empeora la crisis climática junto a la destrucción de la biodiversidad.
Según Inger Andersen, directora ejecutiva del Pnuma, dijo que a pesar de que los incendios forestales son parte de un proceso normal en la naturaleza, lo que se está viviendo hoy en día es lo contrario.
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“La ciencia nos dice que estos incendios masivos y trágicos son una consecuencia inevitable y creciente de la crisis climática”, lamentó la directora del Pnuma.
Para Andersen, a largo plazo las consecuencias de estos incendios masivos es la de un aumento en la contaminación del aire junto a una gran pérdida de nuestra biodiversidad, al igual que en el impacto de la salud humana.
“Es el momento de actuar para evitar que los incendios empeoren más rápidamente”, dijo Inger Andersen, experta en medioambiente, y que recomendó reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y apostar por fuentes energéticas más verdes.
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Por lo tanto, la directora ejecutiva del Pnuma pidió una mayor inversión por parte de todos los países en la prevención de los incendios; un trabajo conjunto con las comunidades locales e indígenas y cumplir los compromisos globales para frenar y adaptarse a la crisis climática como la restauración de la calidad de los ecosistemas.
La ONU prevé que de continuar con las tendencias actuales, el calentamiento global y los cambios de los usos de las tierras harán que el número de “incendios extremos” aumente un 14 % en 2030, y un 50 % a finales de este siglo.
