Estados Unidos. Una pequeña estadounidense, de apenas siete años de edad, identificada como Julissia Batties, murió en manos de su madre y hermano, quienes además abusaron sexualmente de ella.
Según el reporte de las autoridades, mientras su abuela paterna luchaba por conseguir la custodia, la menor de edad era sometida a un grave maltrato, y era víctima de otros delitos, en su misma familia. La determinación del juez fue que Julissia debía permanecer con su madre, Navasia Jones, de 35 años de edad, junto a sus cuatro hermanos, pese a las pruebas que se tenían de un ambiente familiar negativo.
Yolanda Davis, abuelita de Julissia, recibió la peor noticia, el pasado 10 de agosto del 2021, su nieta, había sido reportada como fallecida. La información que le brindaron las autoridades, fue que la víctima había sido golpeada y abusada sexualmente en un breve periodo de dos días.
Ante ello, se le notificó que, tras las investigaciones, se pudo conocer que los perpetradores eran su mamá y su medio hermano, Paul Fine Jr, de 16 años.
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El fiscal de distrito del Bronx, en Nueva York, Estados Unidos, Darcel D. Clark, señaló que la niña estuvo agonizando por un lapso de tres horas antes de perder la vida.
“Estaba mal herida y su madre no llamó al 911, sino hasta que un familiar le dijo que lo hiciera; para cuando llegaron los paramédicos, no tenia pulso ni signos vitales. Aún así la llevaron a un hospital, pero solo para certificar su muerte”, relató.
Tanto Navasia como Paul, madre y hermano, declararon a los agentes policíacos que Julissa se había caído tras haberse orinado encima y vomitado cerca de las 05:00 horas del 10 de agosto. Aunado a ello, refirieron que al estrellarse contra el suelo, se había golpeado con varios objetos.
En tanto, los resultados de la autopsia desmintieron estos señalamientos. El proceso al que fue sometida con los médicos forenses, indicó que la pequeña había muerto por un traumatismo contundente en el estómago. De manera precisa se detalló que el golpe tuvo tanta fuerza que le desgarró los órganos internos.
Al ser llevada al hospital, Julissa tenía heridas, moretones y múltiples rasguños en todo el cuerpo. Fue sodomizada brutalmente y su cuerpo tenía signos de abuso sexual. Más adelante, al conocer estos datos, su propio hermano confirmó que había abusado de ella y que su mamá lo había encubierto varias veces.
