Alemania.- Los líderes de la organización del Grupo de los Siete o G-7, como Canadá, Francia, Alemania, Italia, EE.UU., Japón y Reino Unido se reunieron el fin de semana para iniciar su cumbre anual en Elmau, Alemania, para tratar los temas del apoyo de Ucrania en su conflicto con Rusia. Al igual que la realización de estrategias para lidiar con las diferentes problemáticas globales sea la inflación, el hambre, escasez de energía, el cambio climático y entre otros asuntos.
En su cumbre, los líderes del G-7 abrieron las conversaciones con promesas de respuestas contundentes a Moscú debido a la invasión con su vecino, Ucrania, y sus ataques contra Kiev. Además, hicieron espacio en su agenda para dar marcha a un programa de inversiones de 600 mil millones de dólares para países en desarrollo, pensado para responder a las grandes obras financiadas por China, anunció el presidente estadounidense, Joe Biden
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“Con los socios del G7, buscamos movilizar 600 mil millones de dólares hasta 2027 para inversiones mundiales en infraestructuras”, declaró la Casa Blanca antes del discurso de Biden, revelando la propuesta, en la cumbre de los siete países mas industrializados de Occidente en el sur de Alemania. Siendo que la “Asociación mundial para las infraestructuras” (Partnership for Global Infrastructure) debe, de acuerdo con las fuentes, “suministrar infraestructuras de calidad sustentables“.
“El G7 se dio como ambición hacer en el mundo una mejor oferta en materia de inversión en las infraestructuras”, subrayó el canciller alemán Olaf Scholz, quien presentó el proyecto al lado del presidente estadounidense.
Estados Unidos, prometió una iniciativa para impulsar las inversiones en infraestructuras como puertos, ferrocarriles, redes eléctricas y atención médica en un plan e impulsado por ellos, movilizándose con 200.000 millones de dólares en inversiones para contrarrestar la influencia china en los países de rentas medias. Además, Biden ha indicado que esta aportación estadounidense se enmarca en una iniciativa del G-7 que permitirá invertir en proyectos sostenibles.
La iniciativa fue nombrada como “Colaboración por la Infraestructura Global y la Inversión” con el propósito de impulsar a los países en desarrollo, y fortalecer la economía global y la cadena de suministros
Para ello, será creado un fondo público-privado al que Estados Unidos aportará los dichos 200.000 millones en cinco años y financiando proyectos de protección del clima y seguridad energética, como plantas de fabricación de baterías como la expansión de tecnología 5-G y 6-G e inversiones en mejoras sanitarias, vacunas y equipamiento médico.
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Por otra parte, en la junta los occidentales se han expresado desmarcarse de China quien ha invertido en varios países para la construcción de infraestructuras a partir de su programa “Nuevas rutas de la seda“, garantizando también acceso de materias primas.
China fue acusada de realizar proyectos a través de préstamos poco ventajosos, que agravarían problemas de endeudamiento de los países más vulnerables.
“La ofensiva china existe desde hace años y se tradujo por muchas inversiones en especie y e inversiones múltiples”, dijo un alto responsable de la Casa Blanca, “pero no es tarde”, aseguró respecto a la iniciativa del G7.
Al mismo tiempo, se señalo que Africa subsahariana será una de las prioridades de la G-7, de acuerdo con el el alto responsable estadounidense. Y aseguró que América Central, el Sudeste asiático o Asia central son también “regiones muy importantes”.
