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China.- El nuevo brote por COVID-19 en China sigue desatando caos, aún más ante la reciente medida implementada por las autoridades sanitarias en el país asiático, las cuales habrían decidido “enjaular” a algunos residentes de Shanghái para tratar de reducir la cadena de contagios y mediar las consecuencias de la pandemia.
Pese a las constantes quejas que se han dado entre la población por las estrictas reglas de confinamiento, voluntarios y trabajadores del gobierno en Shanghái erigieron barreras de metal en varios distritos para bloquear calles pequeñas y entradas a complejos de apartamentos. Las imágenes difundidas por medios locales y residentes en sus redes sociales, dejan ver láminas de metal delgadas y cercas de malla en varios vecindarios, esto bajo una directiva del gobierno local.
Además, en los edificios donde se han encontrado casos en los últimos días, las autoridades sellaron sus entradas principales, dejando solo una pequeña abertura para que pasen los trabajadores de prevención de pandemias. ¡Mira un video de cómo se encuentra la situación en Shanghái AQUÍ!
Esto ha desatado muchas críticas tanto entre los locales como desde la población internacional, pues pese a la gravedad del virus, la medida parece exagerada y a su vez, viola de alguna manera la integridad y la libertad de los habitantes en una de las ciudades más grandes de China.
Por otra parte, la medida de “enjaular” a los residentes de Shanghái se suma a las ‘compras del pánico’ que se han registrado en los últimos días donde sus habitantes, presos del temor por el confinamiento, han comprado de manera compulsiva alimentos como verduras, huevos, salsa de soya y otros artículos, los cuales fueron vaciados casi en su totalidad de los supermercados.
Finalmente, China informó el pasado domingo 21 mil 796 nuevas infecciones de COVID-19, de las cuales una gran parte se concentra como casos asintomáticos en Shanghái. Dicho rebrote fue ocasionado ante la llegada de la variante Ómicron al país.