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Colombia.- Lamentablemente el conflicto armado sigue siendo uno de los temas de mayor preocupación en Colombia, pues además de las devastadoras cifras que dejan por desplazamiento forzado y asesinatos, también se encuentra el reclutamiento forzado, el cual incluye a los menores de edad de las zonas más vulnerables del país.
Y es precisamente esto lo que evidencia el reciente informe de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), la cual estableció que el reclutamiento forzado no ha cesado y que las comunidades indígenas han denunciado la gravedad de la situación, esa misma que está llevando a que los niños decidan suicidarse para no tener que unirse a las disidencias de las Farc, ELN y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC).
En este sentido, se advierte que el suicidio se ha convertido en algo así como un método de protección, el cual ya ha dejado como saldo a por lo menos 30 niños sin vida, quienes prefirieron tomar esta difícil decisión que unirse a los grupos armados en Colombia.
El consejero general de la Organización Nacional Indígena de Colombia (Onic), Gerardo Jumi Tapias, explicó:
El suicidio se convirtió en un método de protección para los niños, niñas y adolescentes indígenas que, no quieren hacer parte de las filas de los grupos armados ilegales
El consejero agregó que la trágica situación se está presentando principalmente en el departamento del Chocó, uno de los departamentos más pobres del país y con mayor afluencia de grupos al margen de la ley.
Finalmente, Jumi Tapias aclaró que la cifra de niños que se suicidan para no unirse a los grupos armados puede ser incluso mayor, pues hay quienes no lo denuncian por el temor que les infunde las represalias de estos últimos, argumentó:
Estamos hablando de veinte suicidios, pero hay un subregistro porque no se logra conocer todo. No se denuncia porque, a veces, hasta la misma denuncia representa un mayor riesgo para los sobrevivientes para las familias, por eso queda en el silencio; en el subregistro pueden haber más de 30 personas que se han suicidado (…)
En los casos de reclutamiento hay un número indeterminado, las denuncias están pero también hay un subregistro, todo se queda en el anonimato en el silencio para evitar represalias (…)
