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Reino Unido.- Sadie Kemp de 34 años de edad, residente de Peterborough, una localidad ubicada al norte de Londres, ha experimentado la peor tragedia de su vida luego de simplemente experimentar un intenso dolor de espalda, pues ese fue el detonante que la llevó a perder todos los dedos de sus manos y que podría hacerle perder mucho más.
Según el informe, Sadie empezó a experimentar un malestar en su espalda durante la pasada navidad en 2021 mientras armaba un juguete para su hijo menor, afección que con los días empezó a ser más aguda e incluso paralizante, por lo que la mujer decidió acudir de urgencias a un centro hospitalario.
Sin embargo, en ese momento los médicos no lograron determinar el origen del dolor y la enviaron de regreso a casa con unos cuantos analgésicos; lo cual fue un terrible error que hoy le ha cambiado su vida completamente.
Poco después se determinó que Sadie realmente había sufrido un choque séptico, por lo cual debió ser internada en un hospital e inducida en estado de coma con la finalidad de preservar el funcionamiento de sus órganos vitales, los cuales corrían peligro por la enfermedad de la madre.
No obstante, las devastadoras consecuencias que no se presentaron en sus órganos, pasaron a manifestarse en las extremidades de la mujer de 34 años, pues la sangre dejó de circularle hasta el punto de provocar una necrosis en sus brazos y sus piernas.
Inicialmente los médicos advirtieron a Sadie que deberían cortar sus cuatro extremidades, pero al notar cierta mejoría días después, determinaron solo amputarle los diez dedos de sus manos. Sin embargo, la tragedia no termina ahí, pues ella fue víctima de una sepsis, es decir, una reacción extrema del cuerpo humano ante una infección, por lo que, según su nivel de evolución, podría experimentar también una amputación total de sus piernas y el resto de sus manos.
Además, esta trágica historia ha dejado a sus dos hijos de 2 y 16 años sin sustento, pues esta joven madre era quien llevaba toda la responsabilidad económica de su hogar, pero ahora ya no tiene dedos para trabajar.
