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Reino Unido.- En redes sociales continúa viralizándose la historia de Pete Broadhurts, un hombre de 79 años de edad que, tras una cirugía estética fallida, ha tenido que mantener sus ojos abiertos, sin poder cerrarlos ni por un segundo durante los últimos tres años.
La historia de este hombre empieza en 1959, cuando Broadhurts se realizó un procedimiento dental, el cual le dejó una secuela bastante incómoda que lo acompañó durante gran parte de su vida, pues desde entonces este hombre tuvo sus mejillas hinchadas, lo cual le generaba gran incomodidad.
Sin embargo, en el año 2018 Broadhurts creyó encontrar una respuesta a su problema cuando un hospital privado le ofreció todo un paquete de cirugía que le garantizaría regresar a su apariencia normal. Este se trataba de un estiramiento de cuello, una blefaroplastia debajo de los ojos y una rinoplastia que ayudaría a reducir la hinchazón de sus mejillas.
Así pues, Pete aceptó someterse a la operación, ingresando al quirófano durante 9 horas en el año 2019 y siendo dado de alta poco después. No obstante, al ir a su casa el hombre se notó incluso más hinchado y sin poder cerrar los ojos, explica:
Fue horrible, y no podía cerrar los ojos.
Estuve enfermo toda la noche y mientras dormía. El día después de la cirugía, deseé no haber ido nunca
En este momento, Pete Broadhurts le manifestó sus molestias al equipo médico quejándose del ardor y la incomodidad en sus ojos, pero la respuesta que obtuvo es que estos eran síntomas normales del proceso de recuperación.
De este modo, el tiempo pasó y Pete seguía sin poder cerrar los ojos, ni siquiera para dormir, lo cual le producía una enorme irritación. Por este motivo, decidió someterse a una nueva cirugía en el año 2020. Esta vez en la operación correctiva un médico le injertó piel para ayudar a que las mejillas se unieran a los párpados, pero el resultado no cambió mucho.
Y es que Broadhurts siguió con problemas para cerrar sus ojos y con ello ha vivido durante los últimos tres años, señalándolo como toda una pesadilla en vida, pues ahora para poder dormir este hombre tapa sus ojos con cinta adhesiva y, además, se aplica gotas durante ocho veces al día para evitar que se sequen. Finalmente, Broadhurts envía un mensaje a todo el mundo desde su lamentable experiencia diciendo:
Sea quien sea en quien confíes, incluso un cirujano de primer nivel, ten cuidado porque puede arruinar tu vida
