Nueva Zelanda. Un terrible accidente que terminó con la vida de un pequeño de 4 años, tuvo lugar en la guardería ‘Angels Childcare Center’ en Takapuna, Auckland, Nueva Zelanda.
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De acuerdo a reportes de la policía a medios locales, el pequeño Aldrich Viju se encontraba jugando en un tobogán de plástico en el patio del centro de cuidado infantil, cuando la cuerda de un zanco de juguete le envolvió el cuello y lo estranguló hasta ocasionarle la muerte.
Aldrich estuvo cuando menos una hora colgando del tobogán hasta que otro niño lo encontró inconsciente. El informe forense encontró que había “limitaciones inevitables” para determinar el tiempo real en que el pequeño de cuatro años estuvo atrapado en el tobogán antes de ser liberado.
El personal del ‘Angels Childcare Center’ dijo que el tobogán era visible para ellos todo el tiempo, excepto por el punto ciego que se crea cuando los niños se acuestan para lanzarse de él.
El pequeño que encontró el cuerpo de Aldrich les dijo a los trabajadores del centro de cuidados que su amigo “estaba durmiendo y no se despertaba”, fue por eso que decidieron ir a verificar.
Este accidente ha tomado fuerza desde 2017 que iniciaron las investigaciones, mismas que al día de hoy siguen para deslindar responsabilidades, sin embargo, la madre de Aldrich, Gisha Viju, ha decidido hablar por primera vez desde que sucedió el lamentable hecho, dijo que espera que ningún niño vuelva a morir como sucedió con su hijo.
“Eso es lo único que quiero. El dolor por el que hemos pasado, todavía pasamos, no sé cómo explicarlo. Nadie puede entender eso”, dijo a los medios de Nueva Zelanda.
Los zancos de la marca WePlay que usó Aldrich vienen con una etiqueta de seguridad que advierte que no son aptos para menores de 3 años.
La muerte de Aldrich ha puesto los ojos contra la marca de juguetes, puesto que, según el médico forense que lleva el caso, el juguete no cumplía con los estándares de seguridad.
Desde la muerte de Aldrich, otro niño resultó herido en otra guardería, con un juguete similar.
