Estados Unidos.- Dentro de la industria del entretenimiento hay notables figuras que ahora son consideradas como parte de la cultura pop tanto del cine y de la música, pero al juntarlas en un mismo espacio se convierte en momentos icónicos al que cualquiera fanático enloquecería. En este caso, hace 16 años, la heredera del imperio hotelero, Paris Hilton, la estrella del pop, Britney Spears, y la actriz infantil, Lindsay Lohan salieron juntas por primera vez.
Su salida quedó inmortalizada en una fotografía tomada por los paparazzis, donde se ve las chicas en un auto, luego de una alocada noche de fiesta y diversión. Estas imágenes de las famosas se hizo una leyenda, al cual el trío de amigas le llamaron como la Santísima Trinidad. Y hay que ver de quienes se trataban para empezar llamar a las amigas de esta manera, pues fueron grandes referentes de la cultura pop y marcó toda una generación.
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La imagen fue capturada alrededor del 2006, en las afueras del hotel Bevery Hills, y observamos el look característico de esa época en Paris, Britney y Lindsay, como las diademas, botas metidas por dentro del pantalón y bolsos blancos.
Después de todo, en aquellos tiempos las tres jóvenes eran celebridades en apogeo, intentando dominar la vorágine de la fama al que eran rodeadas, y en donde la prensa ponía en los titulares todo lo relacionado a ellas.
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Con vidas muy distintas a las que tenían en el 2006, todas ellas ya superando los grandes estragos que el terrible año 2007 hizo en cada una de ellas, pues tenemos como ejemplo el público exceso de bebidas alcohólicas de la socialité, las adicciones a sustancias ilícitas y líos con las leyes americanas de la estrella de Hollywood y la ya conocida historia del día que La Princesa del Pop se rapó su rubia cabellera y atacó un auto con un paraguas, la verdad llegó.
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El tiempo pasó y la fotografía sigue estando tan presente que se ha vuelto una tradición de Paris Hilton recordarla anualmente, ya que la nostalgia impide a la empresaria estadounidense olvidarse sus famosas amigas, quienes también han cambiado por completo de sus vidas, dejando atrás los momentos de ser fenómenos juveniles.
