Los Ángeles.- La actriz estadounidense
Susan Sarandon, que encarna a cuatro personajes en “Cloud Atlas”, un
ambicioso fresco de los hermanos Wachowski adaptado de una novela de
David Mitchell, habla del filme como una experiencia alegre a medio
camino entre el teatro y el circo.
La cinta de casi tres horas, que se estrena este viernes en Estados
Unidos y entre diciembre y febrero en Latinoamérica y España, es una
obra de tres cineastas: los estadounidenses Andy y Lana Wachowski
(directores de “Matrix”) y el alemán Tom Tykwer, autor de “Corre, Lola,
corre” (1998).
Adaptada del libro homónimo del británico David Mitchell, “Cloud Atlas”
se desarrolla en seis épocas que van desde los años 1800 hasta el 2300
para pintar el retrato de una humanidad que se alterna entre lo mediocre
y lo heroico, lo enajenado y lo revolucionario.
“La estructura de la película es diferente (a la del libro), pero la
esencia es la misma”, dijo a la AFP Susan Sarandon, a quien los
Wachowski le habían regalado el libro cuando terminaron el rodaje de
“Speedracer” (2008).
“El libro me pareció extraordinario, pero no sabía que ellos pensaban
hacer una película sobre él”, dijo. “Y un día me llamaron para decirme:
‘¿Por qué no vienes a Berlín para hacer (el filme) Te enviaremos el
guión'”.
“Les dije que sí, porque me parecen brillantes y divertidos y los adoro,
pero no sabía cómo iban a conseguir hacer una película en base a este
libro. Pero ese era su problema, yo estaba lista para la aventura y me
lancé”, aseguró la protagonista de “Thelma y Louise” (1991) y “Dead Man
Walking” (1995), que le valió un Oscar a mejor actriz.
La cinta, en la que también participan Tom Hanks, Halle Berry, Hugh
Grant, Jim Sturgess y Jim Broadbent, tiene la particularidad de que hace
representar distintos papeles -de hombres o mujeres- a los actores, en
distintas épocas.
“Es realmente una idea genial de los directores, porque da la idea de
que el ser humano no depende del color, el género, la época en la que
vive ni ninguna otra cosa, sino que hay una esencia” en cada individuo,
explicó la actriz de 66 años.
Así, por muy diferentes que sean, lo que une a los cuatros personajes
que Sarandon interpreta es que son “todos más avanzados y espirituales
que la mayoría de sus contemporáneos”, consideró.
Una de sus sorpresas a la hora del rodaje fue el ambiente “alegre” que
reinaba en el set, a pesar de la complejidad de la producción.
“Era como una gran compañía teatral”, dijo. “Había esa justa dosis de
alegría que te hace olvidar los temores. Uno se sentía como en un circo y
ese espíritu era contagioso”.
Susan Sarandon reconoce que no tenía idea de cuál iba a ser el resultado
final de la película, pero que sentía una confianza ciega por los
directores.
“Sabes, algunas personas son paranoicas. Pero también existe la
‘pronoia’ (vocablo griego que se opone a la paranoia), cuando consideras
que el universo conspira a tu favor y no en tu contra”, afirmó.
“No sé si esta palabra existe realmente, pero creo en la ‘pronoia’ y pienso que, mientras más crees, mejor funciona”.
Es una postura que la actriz lleva con una modestia que impresiona: “Hay
dos cosas que me gustan del oficio de actor. La primera es la
colaboración. La mayoría de las formas de arte son pensadas de forma
solitaria. Pero eso no es posible en el cine ni en el teatro”.
“La segunda, es el sentimiento de que jamás vas a llegar a hacer las
cosas bien”, dijo. “Cuando ves el resultado, siempre te preguntas si
fuiste lo suficientmente valiente o si había otra forma de hacerlo.
Quieres ser claro e intenso (…) y cada vez te dices: ‘La próxima vez
lo haré mejor'”.TJ
