México.- Pablo Milanés fue recibido con una caravana de aplausos en el Teatro de la Ciudad de México el miércoles por la noche donde presentó un recital de sus mayores éxitos.
“Buenas noches, encantado de estar nuevamente en el teatro que en México fue el primero que nos acogió”, expresó el cubano. “Vamos a hacer un repertorio de aquella época y nuevas canciones del más reciente álbum”, añadió previo a “Plegaria” canción con la que comenzó el recital.
Algunas de los temas que pudieron escucharse fueron, “Si ella me faltara alguna vez”, “Los días de gloria” y uno que otro tema de este último disco que designaba un himno a la juventud cubana.
Pero uno de los momentos más conmovedores de la noche fue cuando el compositor comentó que interpretaría el poema musicalizado de Nicolás Guillén, “De qué callada manera”, mismo que fue acompañado por el público con su canto.
Cuando la gente escuchó las primeras notas de “El amor de mi vida” comenzó a gritar de la emoción al ver interpretar al cantautor cubano uno de sus mayores éxitos que sin duda exaltó la nostalgia de los ahí presentes, quienes al final acompañaron la última estrofa con su coro.
Algo que no pudo hacer falta fueron las múltiples muestras de cariño hacia Milanés, quien se encontraba solemne escuchando las peticiones de la audiencia.
“Años” y “Yolanda” fueron unas de las intervenciones que causaron mayor estremecimiento en el público quien no cesó de cantarlas al unísono.
Antes de salir del escenario Milanés dejó ver su virtuosismo en el canto con “el breve espacio”, “Gracias, muchas gracias, ha sido una noche maravillosa” fueron las palabras que refirió a su público antes de despedirse.
Pero ante la insistencia del público presente que aclamaba al oriundo de Bayamo para cerrar con broche de oro, el trovador retornó al escenario para finalizar la velada con “Para vivir” y “Yo no te pido”.
