La Habana.- Dramas de la intensa ciudad de México, la dura vida en el campo, abusos sexuales y desencuentros familiares, integran las propuestas de México para el 34 Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana.
Tras arrasar en la 33 edición de la muestra-concurso en 2011, ese país
vino ahora a la capital de Cuba con tres largometrajes de ficción, dos
cortometrajes y tres óperas primas para competir por los Premios
Corales.
El encuentro fílmico se efectuará del 4 al 14 de diciembre próximo con
la exhibición de más de 560 obras de 46 países, dedicado a los jóvenes
talentos y a la cinematografía puertorriqueña.
En diciembre del año pasado, “El infierno” , de Luis Estrada, obtuvo el
primer premio Coral en Largometrajes de Ficción, derrotando a buenas
propuestas de Argentina y Brasil.
Además, se alzó con los galardones por dirección artística, vestuario y
música original, en tanto en documentales ganó también primer Coral
“Agnus Dei. Cordero de Dios” , de Alejandra Sánchez.
En esta ocasión pasarán por algunas de las 13 salas cinematográficas habilitadas (cada vez son menos) las cintas “Después de Lucía” , de Michel Franco; “Post tenebras lux” , de Carlos Reygadas y “Los mejores temas” , de Nicolás Pereda.
Fuera de concurso se exhibirán “Las razones del corazón” , de Arturo Ripstein, uno de los más consistentes ganadores en las reseñas anuales cubanas del celuloide de la región.
Para cortometrajes de ficción, México trajo “Lavadora” , de Yoel Infante Corbacho, y “Bajo el sol” , de Arcadi Palerm.
Sus óperas primas serán “Fecha de caducidad” , de Kenya Márquez; “Un
mundo secreto” , de Gabriel Mariño, y “Mi universo en minúsculas” , de
Hatuey Viveros.
La cinematografía mexicana presentará, además, dos materiales al
concurso de documentales, cinco al de animación y se ausentó de la
participación en carteles y guiones inéditos.
El presidente del festival, Alfredo Guevara, declaró que como siempre
Argentina, Brasil y México son plazas fuertes del Séptimo Arte, pero
este año ya encaran la competencia de naciones con notable empuje.
Además de las obras en concurso, durante 10 días los cinéfilos cubanos
podrán conocer el panorama del cine de otras latitudes a través de
muestras de Polonia, Alemania, Italia, España, Canadá, Estados Unidos y
otras naciones de América Latina.
Exhibiciones plásticas, presentaciones especiales de películas y libros,
eventos teóricos y espacios dedicados a los jóvenes completan el
programa del evento cultural más esperado cada año.
Dentro de 20 días volverán a observarse largas filas de espectadores
para ingresar en las salas habilitadas del festival, un fenómeno
contradictorio con el escaso interés mostrado durante la proyección de
filmes de América Latina otros meses del año. NE
