Ciudad de México.- Con un éxito que se refrenda función tras función, el actor, cantante y cuenta cuentos mexicano Mario Iván Martínez continúa cautivando al público con su interpretación del monólogo “Diario de un loco” , otrora popularizado por el primer actor Carlos Ancira (1929-1987) .
Basado en el texto del ruso Nikolai Gogol, “Diario de un loco” narra el
devenir emocional de un burócrata ucraniano del siglo XIX que vive
permanentemente humillado por vicios y prejuicios que persisten en las
sociedades contemporáneas, lo que habla de la vigencia de la pieza de
casi dos horas.
La presencia escénica de Martínez inunda el entarimado con su facilidad
para pasar del enojo a la euforia, de la risa al llanto, de la realidad a
las alucinaciones, y del canto en ruso a la súplica en latín, haciendo
una versión única, tan entrañable como lo fuera la del propio Ancira, a
quien por cierto Martínez homenajeó al inicio de temporada en octubre
pasado, al cumplirse 25 años de su deceso.
Con pocos elementos escenográficos a cargo de Edyta Rzewuzka; la
iluminación de Matías Gorlero que supo acentuó los momentos dramáticos y
la música incidental de Omar González, que llena de matices el montaje,
Mario Iván Martínez luce a lo largo y ancho de la escena, como un
verdadero loco.
Un desquiciado que lo mismo es fuerte que frágil, rebelde que dócil; un
loco que se va desnudando por amor ante una sociedad que no lo comprende
ni le interesa intentarlo.
En la producción de Margarita Isabel y el Consejo Nacional para la
Cultura y las Artes (Conaculta) , Aksenti Ivanovich Poprishchin deleita
por su pasión y conmueve por sus delirios, pero Mario Iván impacta por
su versatilidad, su fortaleza en el escenario y la entrega desgarradora
que transmite al espectador.
Al final, una prolongada y nutrida ovación recompensa el enorme esfuerzo
del histrión, que visiblemente emocionado agradece con el torso desnudo
al público que ha llenado las butacas del Teatro Helénico, donde
seguirá presentándose cada lunes, bajo la dirección de Luly Rede, quien
también hizo la traducción directa del texto ruso.
Con una sólida preparación en la Academia de Música y Arte Dramático de
Londres, y aquí bajo la tutela de maestros como Sergio Jiménez o Julio
Castillo, Mario Iván Martínez cuenta con una amplia experiencia en cine,
teatro y televisión, como cantante de ensambles vocales de música
antigua y cuenta cuentos.
Tiene un extenso curriculum actoral en el que destacan sus actuaciones
en obras de teatro como “Otelo” , “De monstruos y prodigios” , “El beso
de la mujer araña” , “1822, el año que fuimos imperio” .
En cine, en “Como agua para chocolate” , que le valió un Ariel, una
Estrella de Plata y el Premio ACE de Nueva York; ha sido declarado
embajador de la obra perenne de la Francisco Gabilondo Soler Cri-Cri, y
representado a México como actor, cuentacuentos y cantante de música
antigua en escenarios de diversos países de Europa y América Latina. NE