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México.– En esta Semana Santa muchas personas se dedican a ver películas que hablan sobre Cristo, y una de las más vistas pero que también han causado más impacto en la sociedad al ser tan realista es la de La Pasión de Cristo coescrita y dirigida por el director y actor estadounidense Mel Gibson.
En ella cuentan todos los detalles que tuvieron lugar las últimas 12 horas de la vida de Jesús de Nazaret; la cinta fue protagonizada por Jim Caviezel.
Cabe señalar que en esta película se habla el idioma arameo, que es el que hablaba Jesucristo, además de latín y hebreo.
Es importante mencionar que algunas personas sufrieron infartos ante el impacto de dicha película; tal fue el caso de una mujer de 61 años de edad que murió de un infarto fulminante causado aparentemente por el realismo y la crudeza de la película.
De acuerdo con algunos medios de comunicación, la víctima responde al nombre de Mary Bercasa, quien sintió fuertes dolores en el pecho al poco tiempo de comenzar la película, por lo que decidió abandonar la sala del cine mientras condenaba severamente las fuertes escenas en las que los romanos golpearon y torturaron salvajemente al mesías cristiano.
Cabe mencionar que la película no llevaba ni 30 minutos de proyección cuando abandonaron la sala; una vez fuera, Bercasa sintió que el dolor se agudizaba y comenzó a ahogarse cayendo al suelo, a escasos metros de la puerta de entrada.
Con esta son cuatro ya las víctimas mortales de esta polémica película dirigida por Mel Gibson.
Ante ello hubo declaración por parte del Papa Juan Pablo II, pues aseguró que hace años, Gibson acudió al Vaticano para mostrar en preestreno su película “La Pasión”; el cual fue un proyecto mucho más arriesgado, víctima de precipitadas acusaciones automáticas de antisemitismo, que han lamentado ya destacados personajes judíos y numerosos rabinos.
Según el Papa la película “cuenta lo que sucedió”, trasladando correctamente al cine la narrativa de los Evangelios y el carácter voluntario del sacrificio de Jesús, lo cual excluye cualquier interpretación antisemita o antirromana.