Redacción.- Cineastas de Asia, América Latina y Europa han volcado su mirada
hacia el universo familiar, recogiendo sus lágrimas, risas, dramas,
secretos, en películas que aspiran a ganar la codiciada Palma de Oro del
Festival de Cannes, que será anunciada el domingo próximo.
“Todas las familias felices se parecen entre si; las infelices son
desgraciadas en su propia manera”, escribió en “Ana Karenina” el
novelista Leon Tolstoi, y las pantallas de Cannes le han dado razón.
La agonía de dos familias japonesas al saber que sus hijos han sido
intercambiados al nacer, en “Like Father like son”, del japonés Hirokazu
Kore-eda, la de una familia parisina al enterarse que su hija de 17
años se prostituye, en “Jeune y Jolie”, del francés François Ozon y la
de una familia mexicana que se ve envuelta en los tentáculos del
narcotráfico, en “Heli”, de Amat Escalante, son algunos de los filmes
que han escrutado el universo familiar bajo distintos ángulos.
También “El Pasado”, que entra en la intimidad de una familia
parisina, del iraní Ashgar Farhadi, protagonizado por la francoargentina
Berenice Bejo, el actor francés Tahar Rahim y el iraní Ali Mosaffa, ha
sido una de las cintas más aplaudidas en el 66º Festival de cine Cannes,
que se abrió el pasado miércoles.
“Creo que nunca voy a terminar de explorar el tema de las relaciones
familiares”, confió en una entrevista con la AFP el cineasta iraní, que
tras ganarse en el 2012 el Oscar a mejor película extranjera con “Una
Separación”, aspira ahora al máximo premio de Cannes.
En “Like Father like son”, el gran cineasta Hirokazu Kore-eda retrata
con sutileza y sin emitir juicios la reacción de dos familias
japonesas, de clases sociales distintas, al descubrir que sus hijos, que
tienen ahora seis años, fueron intercambiados recién nacidos en el
hospital.
¿Uno es padre por la sangre, o por los cuidados, el amor, que se le
tiene a un hijo?, plantea el maestro japonés, cuya cinta es dada como
una de las favoritas a la Palma de Oro por algunos críticos de Cannes.
“Soy padre de una hija de cinco años, y una pregunta válida es si
compartir sangre y ADN es lo que convierte a un hombre en padre”,
observó en Cannes Kore-eda, que esboza dos retratos de padre -un exitoso
ejecutivo que da todo a su hijo, menos su tiempo, encarnado por la gran
estrella de la música pop en Japón, Masaharu Fukuyama – y otro humilde,
pero que comparte risas, juegos, tiempo con sus hijos.
“Lo que me interesaba no era el ángulo de las clases sociales, sino
la reacción de las dos familias a la noticia de que sus vástagos no eran
sus hijos biológicos”, señaló el realizador japonés, que en esta
película confirma su talento especial para enfocar a los niños.
El mexicano Amat Escalat, cuya cinta “Heli” concursa también por la
Palma de Oro, enfocó su cámara sobre una modesta familia de Guanajuato
para contar el drama que viven millares de personas en México, víctimas
de la espiral de violencia.El realizador confió en Cannes que lo que
más le impresiona es “toda la generación de niños” que está creciendo
en un contexto de horror cotidiano.
“La realidad es que niños de diez, de doce años viven esas
situaciones de violencia, y eso es lo más triste”, contó Escalante,
nacido en Barcelona y que vuelve por tercera vez a Cannes, aunque por
primera vez en concurso por la Palma de Oro.La película, con escenas
de una descarnada violencia que golpearon y hasta repugnaron a una
parte de la crítica de Cannes, arranca con la hermana del protagonista,
una niña de 12 años, que es novia de un joven cadete que se implica con
la droga. Y a partir de allí, empieza el infierno.
A la familia parisina retratada en “Jeune et jolie” por Ozon,
premiado autor de “En la casa”, no le falta nada. Por eso su total
desconcierto al enterarse que la hija de 17 años, protagonizada por la
bella Marine Vacth, se prostituye, encontrando sus clientes por
internet.
“Tengo la impresión que en todos los filmes, franceses y de otros
países, la adolescencia es idealizada, embellecida cuando yo guardo un
recuerdo muy doloroso de mi propia adolescencia”, confesó el cineasta en
Cannes.
El filme de la única realizadora presente en la competencia por la
Palma de Oro, Valeria Bruni-Tedeschi, “Un castillo en Italia”, que se
estrena este lunes en Cannes, relata también la historia de una familia
de industriales italianos que se ven obligados a vender su hogar.
La inspiración del tercer largometraje de la realizadora
francoitaliana, hermana de la ex primera dama Carla Bruni Sarkozi, es su
propia vida y familia.TJ
La familia en el ojo del huracán del Festival de Cannes
"Todas las familias felices se parecen entre si; las infelices son desgraciadas en su propia manera", escribió en "Ana Karenina" el novelista Leon Tolstoi, y las pantallas de Cannes le han dado razón.
Fuente: Internet