Moscú.- El encarcelado magnate ruso Mijaíl Jodorkovski aseguró hoy que el juicio
al grupo punk Pussy Riot, procesado por cantar contra el presidente Vladímir Putin en el altar de la catedral Cristo Salvador, es una vergüenza para el país.
“La vergüenza de un gran país, famoso en todo el mundo por sus
humanistas y científicos, que se está convirtiendo a marchas forzadas en
una lejana provincia asiática” , afirmó Jodorkovski en una declaración
publicada en un portal dedicado a su caso.
Jodorkovski, en prisión desde 2003 por diversos delitos económicos que
no reconoce, llama a “toda la gente pensante, educada y simplemente
buena que envíe palabras de aliento a las chicas” , las tres cantantes
que comparecen en los tribunales.
“Es doloroso seguir los acontecimientos en el tribunal donde Masha,
Katia y Nadia son juzgadas. La palabra ‘juzgar’ sólo puede ser utilizada
en este caso en el mismo sentido en el que era usada en la Inquisición
medieval” , denunció.
El antaño hombre más rico de Rusia compara lo que están viviendo las
tres anarquistas, que podrían ser condenadas a siete años de cárcel por
ofender supuestamente los sentimientos de los creyentes, con su propia
experiencia judicial y carcelaria.
Jodorkovski asegura que el tratamiento que reciben los acusados en
prisión preventiva durante el proceso judicial es vejatorio, ya que las
sesiones duran once horas sin apenas descanso, la comida está fría, son
cacheados varias veces al día siendo obligados a desnudarse y duermen
apenas unas horas.
“Yo dejé de comer a la segunda semana. Si uno sufre del hígado, tal
alimentación es comparable al asesinato. Ducha, sólo los sábados.
Jornada laboral, 20 horas. No sé cómo las chicas lo soportan. Por
supuesto, el juez conoce este régimen. ¿No es eso tortura?” , apuntó.
Jodorkovski se siente “avergonzado, (…) pero no por las chicas y sus
excusables errores de radicalismo propios de la juventud, sino por la
irresponsabilidad del Estado que avergüenza al país”.
Las tres componentes del grupo anarquista, que tienen menos de 30 años,
son acusadas de “menoscabar los pilares espirituales del Estado” ruso,
donde la gran mayoría de la población profesa la fe ortodoxa, pero la
iglesia está separada del Estado.
“Madre de Dios, echa a Putin” , decía la canción, que las ha convertido en celebridades en todo el mundo, ya que estrellas como Sting, Peter Gabriel o Red Hot Chilli Peppers han salido en su defensa.
Las opositoras al presidente ruso fueron detenidas después de que la
Iglesia Ortodoxa Rusa reaccionara con inusitada ira ante lo que el
patriarca Kiril considera una campaña anticlerical, pero que muchos
consideran una simple gamberrada.
Pussy Riot decidió escenificar su actuación en Cristo Salvador después
de que el patriarca ortodoxo pidiera el voto para Putin en vísperas de
las elecciones presidenciales de marzo, lo que indignó a la oposición.
Según una encuesta del Centro Levada, un 65 por ciento de los rusos
aboga por la inmediata puesta en libertad de las mujeres, mientras un 26
por ciento pide su encarcelamiento.