Cierra Hadad muestra de sus vestidos en el Chopo

Ciudad de México.- “Corazones con ojos”, “Rumbera con piñas babalu”, “Sol”, “Monja coronada” e “Iglesia”, son los nombres de los trajes de la cantante Astrid Hadad incluidos en catálogo “Por mi espíritu hablarán mis trajes”, presentado en el Museo Universitario del Chopo.La publicación, que da título a la exposición que se presentó hasta hoy en este espacio museístico, da cuenta de los originales vestidos que la actriz ha diseñado y usado en sus espectáculos de cabaret y que reflejan la identidad mexicana y sus tradiciones.Se trata de 20 vestidos que ha portado la cantante y actriz en sus espectáculos de cabaret, que se caracterizan por representar aspectos de la cultura mexicana con un rasgo crítico hacía lo que da por sentada la identidad del país desde un punto de vista del folclore.Los atuendos destacan por su fastuosidad y colorido, con un exceso de barroquismo que cae en lo “kitsch”; están elaborados con diversos materiales como terciopelo, foami, metal, hule espuma, cobre, leds, manta, plástico, papel picado, vinil, cuero, plumas, papel crepé, papel maché, papel picado, cartón, entre otros elementos.La presentación estuvo acompañada por un concierto, donde la actriz y cantante con su particular humor agudo hizo gala de sus vestuarios, con los que atrapó las miradas de poco más de 300 personas en el Foro Dinosaurio “Juan José Arreola” .En su presentación, la llamada “cabaretera ilustrada” portó vestidos conceptuales, destellos infernales que emanan de corazones de hule, espuma y burbujas que arden de deseo, zapatos de plataforma alta, escotes muy discretos y miradas sensuales que esconden un sin fin de secretos.Conocida por rescatar viejas canciones mexicanas, casi olvidadas en la actualidad, ofreció un “show” inspirado en los espectáculos de cabaret de mediados del siglo XX, caracterizados por el acompañamiento de una representación casi teatral, muchas veces exagerada, que fluctúa entre el drama y la comedia.Boleros, sones cubanos, música ranchera y milonga fueron algunos de los ritmos que integró la cantante nacida en Chetumal, cuyo espectáculo se caracterizó por su vestuario que al representar estampas mexicanas, se convierte en verdadera obra plástica, a decir de los críticos.Según información del Chopo, Hadad recrea el rito, personifica el mito y revela el objeto del cinismo con todo y sus gestos característicos, es decir, los “tics” que han patentado “lo mexicano”.Las ideas de Hadad son una suerte de mayéutica picaresca en que el atuendo deja entrever que no es precisamente un museo ambulante de culturas populares. Las fuentes y las citas de representantes de la canción vernácula son francas y eso hace que la diatriba sea más poderosa.YRM