Ciudad de México.- El padre del pequeño Luis Eduardo tomó en el malecón de Manila, en 1945, una fotografía a su hijo. En 2010 la hija de Aute, el artista, repite la toma, casi en el mismo ángulo, pero en La Habana. La historia final quedó resumida en El niño que miraba el mar, álbum de 13 reflexiones en el que el cantautor y pintor tiene un encuentro generacional consigo mismo.”Es una charla donde quedan muchos pendientes por tocar. Apenas fue un esbozo de lo que debemos decirnos en este ser de las cosas. El niño se vuelve hombre y éste se transforma porque en este mundo no puedes ser inocente, necesitas transformarte en un monstruo para vivir en él”, dice a EL UNIVERSAL el creador hispano.Los siete meses de gestación del disco parieron también el último trabajo como cineasta del español. Se trata de El niño y el basilisco, cortometraje de 18 minutos que enfrentan nuevamente a los dos “Autes”, y que viene en un DVD junto a su última producción musical.”El corto no tiene más pretensión que acompañar al disco; nació como un accidente porque cuando empecé a componer para este disco me encontré con momentos en los que me dibujé hasta que agoté sucinematografía. Entonces pedí a mi hijo, que maneja muy bien las computadoras, que me ayudara a hacer el corto. De ahí salió esta historia que ya me han pedido algunos festivales”, explica.Antes de iniciar una presentación en vivo, el poetaproyecta el filme animado, a modo de entremés, y dar pie a interpretar los noveles temas de El niño que miraba el mar.”La historia enfrenta nuevamente a este chico, pero ahora con este ser mitológico del que siempre me he sentido fascinado. Entre reflexiones y varios simbolismos que puse en la historia llega el momento que el basilisco quiere matar a el niño, está en su naturaleza, pero al verlo a los ojos para asesinarlo se ve a sí mismo y no puede matarse”, señala.Debutará en el MetropólitanLa relación Aute con el público mexicano es añeja y cada año se fortalece más.”No se qué hago, habría que preguntar a la gente por qué sigue yendo y escuchando mi música”, señala sarcástico.Sin embargo, de las múltiples visitas al país, nunca se ha presentado en el Teatro Metropólitan, recinto en que dará su “cine-concierto”, como le llama, el 8 de febrero.”La gira Intemperie me llevó a muchos lugares, como Gómez Palacio, Durango, donde no me imaginé que conocieran y cantaran mi música, pero el Metropólitan sólo por afuera lo conozco”, comenta extrañado.Si sus poemas y enseñanzas han llegado a tantos oídos en el país, a partir de abril se extenderán por varias plazas de la República mexicana, Centro y Sudamérica.Sin sentirse víctima de plagio, el también pintor aclara que no tiene cuenta de Twitter, ni perfil en Facebook, aunque hay quienes se hacen pasar por él.”Es alguien que recoge frases de mis canciones y las publica; hasta ahora no representa peligro alguno, pero no soy yo. Creo que a esas cosas (redes sociales) hay que dedicarles tiempo porque veo a la gente metida todo el tiempo en sus aparatos… Como si necesitara otro vicio”, ironiza.A propósito de Internet y fenómenos musicales emanados de YouTube como Justin Bieber o PSY, Aute es tajante: “Eso no es música. Es gente que utiliza un medio para explotarse comercialmente a través de la música, pero música no será”. Congruente con su dicho, Luis Eduardo recapitula en su oído música clásica, gusto heredado de su padre, de quien, presume, “sí era un hombre musicalente ordenado”.”Siempre he escuchado ópera, pero debo ordenar la manera caótica en que lo he hecho, entendiendo su origen y sentido”, finaliza.YRM
Aute enfrenta a Aute
El cineasta, pintor y cantautor estrena filme y CD en los que reflexiona sobre el niño que fue y el monstruo en que se convirtió
Fuente: Internet