La Princesa Diana estaba consciente de las aventuras de su marido, quien en todo momento defendió a Camila Parker al catalogarla como su persona de confianza y su más grande amor. Sin embargo previa a esta discusión el Príncipe Carlos dejó de sentir interés hacia su mujer por un episodio particular.
Esto marcó un antes y después en dicha matrimonio que terminaría definitivamente en 1992, cuando en la Cámara de los Comunes se leyó el comunicado que entregó el Palacio de Buckingham sobre el desenlace final de la unión del hijo de la Reina Isabel con la fallecida princesa Diana.
Diana le aseguró al biógrafo Andrew Morton que el matrimonio cambió repentinamente en cuestión de semanas ya que pasó de ser lo que realmente soñaba la descendiente del linaje Spencer a convertirse en una auténtica pesadilla.
De repente, nuestra relación empeoró y todo se fue por el desagüe.
Así se expresaba la entonces esposa de Carlos de Inglaterra sobre él, ya que el mayor deseo de su marido era que su segundo embarazo le otorgara una niña. Por tal razón se sintió tan seguro de esto y no se separó de su mujer en ningún momento en los días previos al nacimiento.
Pero una vez que supo que el Príncipe Harry era su hijo menor, todo cambió repentinamente. La Princesa de Gales definió esos momentos como “lo más cerca que hemos estado y lo estaremos”.
No fue fácil para la Princesa Diana acostumbrarse a esa realidad ya que 12 años más tarde se concretó el divorcio con el heredero del trono, quien ya en los últimos momentos de su unión simplemente la dejó a un lado en su vida.
