Reed Hastings, CEO del servicio de streaming, informó durante la reunión del primer cuatrimestre que “Probamos muchas cosas, pero nunca implementaríamos algo que se sintiera como que estamos metiendo presión”. “Debe sentir que tiene sentido para los consumidores, que lo entienden”.
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La solución podría estar en permitir que se comparta la contraseña según la localización o la dirección IP, para asegurarse así que los usuarios son familiares que viven en la misma casa.
De hecho, hace unos meses algunos suscriptores compartieron en redes que al entrar en la plataforma les había aparecido un mensaje que decía “si no vives con el dueño de esta cuenta, necesitas tu propia cuenta para seguir viendo”.
Esta es una de las tantas opciones que puede haber estado probando la empresa. Sin embargo, el objetivo de la empresa a final de cuentas es evitar pérdidas monetarias, pues al año son 6 mil millones de dólares que deja de ganar por todos los usuarios que comparten contraseña.
Con información de GQ México.
