México.- Si alguna vez has estado en alguna feria de nuestro país, seguramente en más de una ocasión te has topado con la venta de pollitos de colores, cosa que ya es tradición, si has terminado comprando alguno como regalo para tu hijo o familiar pequeño, aquí conocerás la historia detrás de cómo logran esos vívidos colores.
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Los pollitos, se venden o rifan como juguetes y tienen una esperanza de vida muy reducida ya que para lograr esos colores utilizan colorantes artificiales como amarillo fosforescente, rosa mexicano, azul eléctrico, rojo o verde brillante, que al ser tóxicos al poco tiempo de comprarlos, mueren.
La triste historia para los pollitos comienza una vez que rompen el cascaron, ya que inmediatamente los empiezan a rociar con químicos tóxicos, en masa se colocan en cubetas para teñirlos de colores que los pollitos absorben desde la piel y los envenenan en cuestión de horas, muchos de ellos tienen los días contados y los pasan con quemaduras en su piel como consecuencia.
Si logran sobrevivir al proceso, deben secarse bajo los rayos directos del sol, y después son puestos en venta en escuelas, ferias o con vendedores ambulantes cerca de los niños para que por sus colores les llame la atención y los compren.
Al no existir regulación en el proceso, mueren a las pocas horas o días de ser comprados.
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