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México. – Si algo caracterizó a Vicente Fernández, fue el amor que en vida profesó a su familia, misma que procreó en la unión con su esposa, María del Refugio Abarca, “Cuquita” como le decía de cariño, y de quien, fue acompañado al momento de fallecer, este domingo 12 de diciembre.
En sus conciertos, era muy común que estuviera acompañado de su hijo, Alejandro, mejor conocido como “El Potrillo”, quien es una de las personas a las que más le pesa la muerte de su padre.
Y es que fueron muchos los momentos especiales que vivieron juntos, además de que fue su principal inspiración para que llegara a convertirse en lo que es hoy en día, un importante interprete de la música mexicana.
Con ese talento que heredó de su progenitor, “El potrillo” y Vicente protagonizaron una de las escenas más tiernas de la televisión mexicana.
Fue en el programa Siempre en Domingo, en 1976, conducido por Raúl Velazco, donde ambos hicieron una de las primeras apariciones que después daría como fruto una larga carrera.
Alejandro tenía tan solo 5 años, y salió con un trajecito de charro color beige un gran sombrero.
Con una voz propia de la niñez, comenzó a cantar “La muerte de un gallero”, mientras que atrás se ve al mariachi y de lado los ojos de su padre enamorado de un hijo que apenas estaba por saltar a la fama.
Raúl Velazco le preguntó que, si se consideraba mejor cantante que su padre, a lo que, con la inocencia que caracteriza a los niños, respondió que eran igual de buenos.
Más adelante, y ya siendo un adulto, Vicente y Alejandro Fernández siempre dieron muestra de su bella relación, la cual quedó plasmada en la canción Mi querido viejo.
Los medios nacionales reportaban, desde hace días que, para el cantante era muy difícil lidiar con la condición de salud de su padre, y que, en estos momentos difíciles, realmente no hay nada que lo consuele.
