?Pachuca, Hidalgo.-
Fue un principio agridulce. El Tri Sub-22 no pudo conservar una ventaja de dos goles. La inocencia les costó caro, el empate a dos, cuando lo que necesitaban estos chavos era ganar confianza con un triunfo sagrado.
El sello de esta generación es claro. Una mezcla de genialidad, pero inmadurez. Dos muestras de talento de Marco Fabián dieron esperanza a una Selección que en unos meses estará defendiendo el orgullo nacional en la Copa América de Argentina. El doblete del volante del Guadalajara puso en claro que estos chavos pueden trascender.
La alegría del canterano chiva fue inconmensurable. El festejo de su doblete estuvo lleno de ira, porque en las últimas semanas, el volante del Guadalajara había estado confinado a la banca de su equipo. Anoche demostró que la suplencia está lejos de ser lo suyo, porque está dispuesto a cargarse al hombro a un equipo mexicano que defenderá el orgullo en las siempre hostiles canchas de Argentina.
Anoche, Fabían mostró al medio futbolístico nacional el sello de esta generación que quiere conquistar el continente: genio y descaro. Sólo así se puede entender cómo se atrevió a pegarle al balón con una clase que se incrustró lentamente en el marco de Rodolfo Cota (55′).
Le bastaron ocho minutos para repetir la dosis. Con un cabezazo lleno de convencimiento (68′) a centro de Javier Cortés. Puso en claro que los jóvenes pueden y quieren, pero los triunfos siempre son amores y esta Selección quiere enamorar a toda América.
Sin embargo, al inicio del cotejo, la escuadra nacional dejaba serias dudas acerca de su capacidad. Se mostraron dormidos, el rival los dominó a placer durante casi toda la primera mitad. Tan mal le había ido a este grupo de chavos, que los asistentes en el coso hidalguense no tuvieron misericordia de ellos y los despidieron en el entretiempo con miles de abucheos.
Sin embargo se sobrepusieron. El descanso les sirvió para guardar energías y salir convencidos de poder ganar en su primer partido amistoso de cara a la prestigiada Copa América. No les alcanzó al final.
En la recta final del encuentro se dejaron empatar gracias a los goles de Fernando Cortés (82′) y Gerardo Rodríguez (85′). Los jóvenes seleccionados no lograron soportar la presión de un Pachuca que se fue con todo para dejar en claro que regresarán por sus fueros en la Liga.
Esta Selección Nacional está todavía más cerca de la retórica del “sí se puede”. Anoche, el nivel de juego de este combinado juvenil dejó algunas dudas sobre el desempeño que tendrá ante las grandes potencias en Sudamérica. Por suerte para el futbol mexicano y de este proyecto, aún falta tiempo para mejorar y ganar confianza y mayor oficio.
