Ciudad de México.- Aquella expresión facial, tan común en la gente, se ha vuelto un nebuloso recuerdo para Miguel Herrera.
El director técnico del América extravió la sonrisa sobre el lienzo verde del Estadio Azteca. En pleno festejo por los 96 años de existencia azulcrema, admite que ninguna derrota le había calado tanto como la sufrida contra el Guadalajara (1-3).
“Sí [es el juego que más le ha pesado], por la circunstancia, lo que
enreda, porque nuestra gente quiere tener su orgullo intacto, pero el de
Monterrey [por las semifinales del Clausura 2012] era ganar y pasar a
la final”, recuerda. “Son partidos que te molestan y te dejan triste,
con dolor, porque el equipo no jugó tan mal como para perder así”.
Diagnóstico compartido por la afición, que pide un trofeo para resarcir el daño.
El Piojo sabe que obtener la undécima estrella sería la mejor forma de
congratularse con sus seguidores, quienes “están molestos”.
“Desde que me senté en el banquillo del América, hace ocho meses, dije
que la deuda más grande es de nosotros hacia afuera”, insiste, con tono
serio. “Ellos siempre están con nosotros y por supuesto que hoy el club
se sentía avergonzado de perder un Clásico, pero es parte del futbol”.
“No podemos hacer algo por remediarlo; simplemente, decir que hay que
trabajar para entregarles un título y la gente pueda festejar”.
Efectos que provocan ser derrotado por el más acérrimo de los rivales,
ese que no sólo genera animadversión en el pueblo americanista.
“Son los golpes que más duelen”, confiesa Herrera. “Después de revisar
un video, como nunca lo había hecho, tres o cuatro veces, reafirmo que
el equipo jugó muy bien, pero desafortunadamente ellos nos hicieron los
goles”.
“Tenemos que ser certeros y tratar de entregarle algo grande a nuestra afición, para que estén contentos”.
Además de hacer a un lado la polémica, por lo que no se engancha con el
dueño de las Chivas, Jorge Vergara, quien le aconsejó saber perder.
“Las victorias y derrotas no justifican a alguien, simplemente ponen en
su lugar”, acepta. “Reitero que el equipo jugó bien… Nos faltó hacer
goles y ellos los metieron”.
Combinación que le arrebató la sonrisa.NE
